miércoles, 7 de marzo de 2012

EL LÍDER RÍO


La fluidez es la primera condición del auténtico liderazgo. Después llegará su potencial trascendental, el espíritu inspirador, la capacidad de construir retos y un sinfín de componentes que sin llegar a ser complementarios, son posteriores a esa condición previa.

El auténtico líder es como un río que crece a medida que se aleja de su nacimiento. Pero lejos de buscar tumultuosamente el mar, potencia su caudal con la adhesión de torrentes y afluentes hasta conseguir inundar con su crecida las riberas que, hasta ese momento, simplemente lo contemplaban en su aventura. El líder río no busca sus metas en solitario, ni aprovecha los primeros afluentes como únicos cómplices en su carrera. No se empeña en arrasar obstáculos ni percibe las riberas como algo que debe dominar y someter. El líder río es consciente de su soledad inicial, pero pronto la supera, concibiendo su aventura como un reto que puede ser compartido por todo aquello que le rodea. La esencia del liderazgo es su capacidad de disolución frente a la absorción.

El líder no nace, pero sí se descubre a sí mismo cuando las circunstancias lo exigen. Podemos eternizarnos en la búsqueda de adjetivos que lo definan, pero por encima de todos ellos, sólo su capacidad de compartir lo convertirá en líder. Compartir no sólo sueños y retos. Compartir también riesgos, incertidumbre, responsabilidad y, en definitiva, poder. Sólo cuando se comparte el poder se convierte en auténtica fuerza de progreso.

Quizás no habrá percibido su capacidad de liderazgo, pero llegado el momento será capaz de concitar adhesiones, no sólo por su capacidad de construir el reto y comunicarlo, sino fundamentalmente por su credibilidad, fundada en una decidida voluntad de compartir. Esta es la sutil diferencia entre el líder río y aquellos que, después de toda una vida como torrentes avasalladores, pretenden tornar su naturaleza como estrategia de urgencia ante una situación limite.

Conozco algunos lideres río en este país, no muchos desgraciadamente y casi todos ellos al frente de empresas de origen familiar. La dimensión, lejos de ser un obstáculo, es un reto más. Pero la realidad confirma que nuestras grandes empresas están dominadas por un modelo gerencial sustentado en una estructura tecnócrata que asegure continuidad y logros a corto plazo. En estas circunstancias, la posibilidad de que asistamos al nacimiento de un líder es prácticamente imposible. De hecho, es frecuente confundir liderazgo con gerencia enfocada a resultados, condición sine quanon para conseguir un aura de baja credibilidad cuando las circunstancias aprietan.

Este nunca ha sido un país para lideres. Como mucho caudillos, espadones y caciques, aprendices taimados del ejercicio del liderazgo autoritario. Esquema multiplicado en todas las escalas del escenario nacional. Lejos de ser un chiste de mal gusto, el alcalde, maestro, cura y cabo de la Guardia Civil no eran otra cosa que la expresión minúscula de ese extraño liderazgo intrascendental que siempre nos ha acompañado.

Nos empeñamos en tratar de enseñar liderazgo en esta y aquella escuela de negocios. Recurrimos a este y aquel caso de éxito. Pontificamos y predicamos. Pero al líder no se le enseña y, menos aún, aquellos que del liderazgo de oídas. El líder se descubre por sí solo cuando la situación lo exige, convirtiéndose en ese río que todo lo inunda.

6 comentarios:

Katy dijo...

El líder río no busca sus metas en solitario, ni aprovecha los primeros afluentes como únicos cómplices en su carrera.
Nadie con dos dedos de frente se empeña en hacer nada en solitario, ni el escaldor.
Lo importante es que los demás te señalen como lider, no que tu te empeñes en serlo. La autoridad moral te lo dan los otros.
Esa cierto que en España todos se empeñan en ser cabeza de ratón y no cola de león y hay miles de ratones que luchando por ser líderes. Y no hay para tantos.

Precioso símil el que has usado para explicar el liderazgo.
Un abrazo

Caminante dijo...

HOLA KATY
Gracias por tu comentario, claro y directo. Efectivamente, la autoridad se recibe.
Cuidate

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

El cura, el alcalde y la guardia civí, son la "autoridá". De liderazgo nl han oido ni hablar.
Bromas aparte, lo que si creo fundamental es reforzar el liderazgo (el verdadero) con formación. En este caso el líder se hace más grande (en el mejor sentido de la palabra).
Un abrazo.

Fernando López dijo...

saber fluir, quizá una de las cosas más complejas pero necesarias para la vida, en general, y el liderazgo en particular. el liderazgo es la suma de muchas cosas pero sobre todo de compartir como apuntas. Estupendo ejemplo el que nos dejas.
Un abrazo

Caminante dijo...

Hola Javier
Sí, no era ese el sentido de mi frase, la educación y el aprendizaje es necesario, pero esos cursos especializados para "crear" lideres...a eso me refería.
cuidate

Caminante dijo...

Hola Fernando
El fluir....complejo, muy complejo...siempre que sale esto, me acuerdo del Corazón de las tinieblas...¿por qué será?
Cuidate

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