¿Por dónde empezar?
Esta parece ser la pregunta obvia a la hora de encarar un
proyecto de Emprendimiento Interno. Sin embargo, es la menos indicada y puede
conducirnos directamente a un activismo cortoplacista que ponga en riesgo todas
nuestras buenas intenciones.
¿Cómo somos?
Esta es la pregunta inicial que debemos hacernos. Si no
somos conscientes de cómo somos realmente, es difícil que consigamos ser como pretendemos. Es necesario soñar,
pero después hay que plantarse en la realidad para poder caminar hacia el
futuro, en caso contrario, nuestro despertar será posiblemente de pesadilla.
¿Cómo saber cómo somos?
La experiencia me dice que la forma más directa y eficaz
consiste en desarrollar un proceso de prospectiva que nos permita alinear todos
los factores que deben entrar en juego para conocer su situación de partida y,
en consecuencia, poder diseñar la estrategia de generación de cultura
emprendedora más adecuada. Quizás existan muchas otras herramientas para
desarrollar este proceso, pero les recomiendo un SIXMAP o lo que es lo mismo,
un mix imparable de Six&Six + Mindmap. Resulta sencillo de interiorizar,
rápido de ejecutar y espectacular en sus conclusiones.
¿Quiénes deben participar en el SIXMAP?
Yo diría que todos los futuros implicados en el proyecto o
lo que es lo mismo, el 100% de las personas de la organización. Por esta misma
razón, debemos optar por un procedimiento sencillo de comunicar, aprender y
ejecutar. Si además puede convertirse en una herramienta de uso regular en todo
proceso de Emprendimiento Interno en la organización, ¿qué más podemos pedir?
¿Y si no podemos llegar al 100% de las personas?
No existen porcentajes aceptables. Cada caso es un mundo,
pero si no es posible una participación total, al menos debemos garantizar que
todas las áreas estén representadas con un número significativo de personas.
Pongamos que un 70% podría ser viable.
El SIXMAP debe preguntar sobre la situación de múltiples
factores, pero evidentemente todo aquello que se relaciona con las personas de
forma directa tiene un carácter prioritario. No debemos obviar preguntarnos
sobre:
·
Grado de permeabilidad al cambio
·
Nivel de autonomía y responsabilidad compartida
·
Nivel de desarrollo de estrategias para la
optimización del Talento Corporativo
·
Nivel de tolerancia a la incertidumbre
·
Grado de aceptación del error que no del fracaso
·
Estima corporativa a las capacidades creativas
·
Niveles de flujo del Conocimiento Práctico y su
conversión en Formal
·
Capacidad de Cooperación
·
Capacidad de trabajo en equipo
·
Flexibilidad en rutinas
La información que arroje el SIXMAP debe convertirse en
conocimiento estratégico, es decir el punto de partida para poder comenzar a
diseñar la estrategia de despliegue más adecuada en cada caso.
En esta primera fase, tan vital es preguntarse cómo somos,
como aceptar sin reservas el retrato que se nos ofrezca. Tan mala es la
ingenuidad como el pesimismo mal encarado y recuerde que, al fin y al cabo, un
pesimista no es otra cosa que un optimista en potencia mal informado. Si su
empresa no es de otro mundo, habrá de todo como en farmacia. Es imposible que
la propuesta de un proyecto de este tipo recoja un 100% de hostilidad, pero sí
puede ocurrir que se encuentre con un beneplácito total. Si esto ocurre, más
vale que vuelva al punto de partida. Algo ha hecho mal o están a punto de
metérsela doblada como dice el romancero gitano. El blanco no tiene sentido sin
el negro, pero ambos necesitan del gris para encontrarse.
En otras palabras, las reacciones deben ser diversas. En
concreto, se encontrará con tres grades grupos:
·
INCONDICIONALES
Como su nombre indica, no sólo están por la labor, sino que
llevaban tiempo esperando esta oportunidad. Es el grupo en el que se debe
apoyar, las personas a potenciar y cuidar. No espere que sean mayoría, tampoco importa
demasiado en estos momentos iniciales. Pero el objetivo es que este colectivo
crezca, no se admite el estancamiento y, menos aún, la perdida. En otras
palabras, es su punto de partida, su “primer equipo de emprendimiento interno”
y si realmente cree en lo que está haciendo, el colectivo de donde saldrán los
futuros lideres y directivos.
·
INDIFERENTES
No son ni blanco, ni negro, sino todo lo contrario. Algunos
ni se lo habían planteado. Otros están demasiado influenciados por las malas
compañías como para expresar lo que piensan. Hay quienes creen que lo suyo es
realizar la tarea para la que les han contratado y poco más. Y hasta hay
quienes se sienten incomodos con la propuesta porque no se consideran a la
altura de lo que intelectualmente supone. De una forma u otra, están en el
gris, pero pueden convertirse en Incondicionales o volverse negros de por vida.
Es el grupo a cautivar, enamorar y demostrar que pueden ser algo más que gris.
Y como el movimiento se demuestra andando, su primer objetivo será darles la
oportunidad de que se demuestren así mismos el gran potencial que tienen. Cada
indiferente que pase a convertirse en incondicional es un paso adelante.
·
HOSTILES
Como su nombre indica, no están por la labor. Las razones
pueden ser múltiples y la procedencia de los personajes también. Encontrará
hostiles en los altos estratos directivos, pero tampoco le faltarán en los
mandos intermedios, amen de los sempiternos sindicalistas con su trauma de
mando fracasado y, por supuesto los que se sienten mal pagados, mal
considerados, poco reconocidos o simplemente han venido a este mundo a trabajar
lo menos posible en el mayor tiempo posible. De una u otra manera , todos ellos
coinciden en una cosa: la amenaza que perciben en el cambio que se avecina y
que acostumbran a expresar con latiguillos sobradamente conocidos:
-
Este no es mi problema
-
A mi no me pagan para esto
-
Esto ya se ha hecho y no funciona
-
Tirar el dinero
-
Que piensen ellos que para eso les pagan
-
En esta empresa…
La experiencia dice que entre un 10% y un 30% de hostiles es
un porcentaje de partida perfectamente asumible que en forma alguna pone en
peligro el futuro del proyecto, siempre y cuando no cometa el error de manual.
Este no es otro que centrar todas sus energías y recursos en tratar de convencer
a este colectivo de las bondades de su propuesta o, al menos, en intentar que
no interfieran en su desarrollo. Si así lo hace, de el proyecto por fracasado.
Mientras usted invierte todos sus recursos en evangelizar a los infieles, sus
Incondicionales llegarán a la conclusión de que efectivamente esto no tiene
futuro. Ni que decir tiene lo que harán los Indiferentes.
La primera estrategia es la indiferencia, seguida de la
perseverancia y continuada con resultados incrementales, tanto en valor como en
adhesiones. Por cada indiferente que se convierte en incondicional, un hostil
comienza a dudar.
Ahora que ya hemos descubierto cómo somos, podemos empezar a preguntarnos por dónde empezamos, pero esto será en nuestro próximo post.
6 comentarios:
Hola José Luis:
si bien lo ideal sería poder trabajr en las tres líneas, mi experiencia me dice que el foco hay que ponerlo en los inondicionales y en los indiferentes como prioridad. Unos porque acturaán de motor y otros porque hay posibilidades. En cuanto na los hostiles, la mayor parte de las veces es imposible que se comprometan porque siempre creen estar en otra guerra.
Buen ejercicio el que propones.
Un abrazo
Bien, me complace ver que no soy la única que piensa que no hay que perder ni medio minuto con los hostiles. Lucho a brazo partido todos los días con un jefe que les da aire. Yo soy partidaria de dejarles sin oxígeno para parar su combustión, y en esas estamos.
Un abrazo
Lidya
Justo es donde hay que dar!!!!
Cuidate
Hola Lydia
Si no te conociera, diría que te vas a dar por vencida, pero me temo que lo llevan claro los hostiles...
Cuidate
Koldo Saratxaga hablaba de un 20%, 60%, 20%, pero esa pequeña diferencia es casi lo de menos. Lo importante realmente es movernos en ese porcentaje de personas que están o pueden estar con el proyecto. Es con estos con los que hay que echar el resto.
Un abrazo.
Ay como somos, con estas virtudes que nos adornan no va a ser fácil, pero con un profesor de tu talla, seguro que hay caminos.
Y el despegue con este avión promete un viaje sumamente emocionante.
Que forma de trabajar. Enhorabuena
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