viernes, 4 de noviembre de 2011

EL REGRESO DE LA HISTORIA


La desaparición del régimen soviético obedece a la concurrencia de múltiples factores, pero hay uno que sobresale con especial energía: el regreso de la historia.

La interpretación de los hechos desde Octubre de 1917 fue monolítica y unipersonal desde que el Comité Central del Partido Comunista aprobara en 1934 una visión determinista de la historia rusa, plasmada en el increíble Curso Breve que pasó a ser la biblia estalinista en colegios, institutos y universidades. A partir de entonces, sólo existió una historia, lógica y aplastante. “Arrepentimiento”, la película de Tengiz Abuladze, abrió el regreso de la historia y el comienzo de su venganza en 1986, lo que sigue es nueva historia.

Euskadi, País Vasco o Euskal Herria ha vivido cincuenta años de anomalía histórica, entendiendo por ello la convivencia de “las dos historias”, igual de oficiales, alimentadas y respetadas, odiadas y reverenciadas. Dos historias que sostenían dos mundos distintos, tangentes y secantes, próximos y distantes. Dos sociedades con vida, moral y cultura propias. En ocasiones, apenas separadas por unos metros de rellano de escalera. La una, silenciosa y contenida, la otra alegre y combativa. Tan perfectas en su interpretación que los arrebatos patrióticos de una se convertían en felonías indescriptibles para la otra. Tan exquisitamente coordinadas que las acciones de una profetizaban las reacciones de la otra. Historias con paladines y oscuros personajes, bufones y saltimbanquis, pero también con personajes invisibles que finalmente alimentaban con su sangre y sufrimiento la interminable dialéctica del mito.

Desmontar un mito no es tarea fácil. Más aún cuando la realidad que se esconde tras su fachada puede llevarse por delante todo un mundo perfectamente diseñado en su autosuficiencia. Abuladze, Gorbachov, Yakovlev, Afanasyev y muchos otros lo intentaron en los últimos compases del siglo pasado y tan sólo consiguieron amargura, incertidumbre y, sobre todo, océanos de resentimiento.

Ahora, poco importa “el relato”. Debemos luchar por el regreso de la Historia que se imponga sobre las historias del pasado. Ni memoria, ni olvido, ni castigo, ni alabanza. Necesitamos la Historia, aquella que comenzamos a olvidar en 1959 para reemplazarla por los mitos y las leyendas, los héroes y los verdugos, la guerra patriótica y la defensa de la libertad.

El regreso de la Historia nos liberará, pero antes habrá que pagar el precio del recuerdo porque la Historia, lejos de olvidar, nunca perdona.

8 comentarios:

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Has nombrado a la URSS, como referencia sublime en esto de pelearse con la historia. Luego le siguen unos cuantos países del Este de Europa, otros cuantos de Asia y nosecuentos de América Latina.
Vamos, que nosotros no dejamos de ser una "cagadita" en el mapa. ¡Pero menuda "cagadita!
Un abrazo.

Caminante dijo...

Hola Javier
Sí, efectivamente. Antes de Stalin...buf! ni te cuento He elegido el caso ruso por su cercanía y sus consecuencias. Pero ya sabemos a quienes les afecta "el regreso".
Cuidate

Katy dijo...

"Me quedo con lo de que la historia no perdona".
Lo malo de las peleas históricas es que la sufren los inocentes siempre.
En mis carnes he sufrido la maravillosa historia de la URSS.
Y ahora me tocarán unas cuantas más seguramente tal y como pinta el panorama mundial.
¡¡¡No aprendemos!!!
Un abrazo y buen finde

Caminante dijo...

Hola Katy
Gracias por tu visita...
La Unión Soviética no cerró su deuda con la historia y fijate cómo están....
Cuidate

Fernando López dijo...

Hola José Luis:

Como apuntas, la historia, lejos de olvidar, nunca perdona. Y no perdona porque siempre hay alguien que no quiere olvidar. Mientras tanto no se construye historia, se revive el pasado.
Un abrazo

Astrid Moix dijo...

Lo que pasa es que la historia, para ser Historia, necesita perspectiva y eso solo lo da el tiempo. Habrá que confiar en que las generaciones más jóvenes tengan el sentido común suficiente como para no caer en los errores del ejemplo que citas. Porque no sé si nosotros vamos a llegar a tiempo ...
Un abrazo

Caminante dijo...

Fernando
sabia reflexión....
En este caso, no les queda otra que olvidar, es una cuestión de supervivencia.
Cuidate

Caminante dijo...

Hola Astrid
Efectivamente, la perspectiva o "distancia de escape" que le llamo yo.
Pero, ya sabes, algunos se empeñan en emular a Tacito caiga quien caiga.
Cuidate

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