Al
igual que en las personas, la empresa posee un código genético que determina su
comportamiento y determina de forma indeleble como se le percibe y, en
consecuencia, se le admira, desdeña o simplemente ignora.
Este
ADN está constituido por múltiples factores, pero fundamentalmente son cinco
quienes intervienen de forma decisiva en su comportamiento final.
þ EQUILIBRIO EMOCIONAL
Este
factor nos habla de la madurez emocional de la empresa que no es otra cosa que
el desarrollo que hayan conseguido sus personas en el plano de la Inteligencia
Emocional. Las expresiones de esta madurez se traducen en un equilibrado
reparto de responsabilidades individuales y compartidas, una clara aceptación
de la correcta correlación entre derechos y deberes, capacidad de decisión y
reacción en la ejecución. Pero no solamente esto, la madurez se expresa también
en términos de empatía, capacidad de trabajo en equipos temporales,
flexibilidad y, por encima de todo, reconocimiento del otro como fuente de
valor y conocimiento. La combinación de todas estas habilidades genera eso que
llamamos liderazgo compartido, basado en la practica diaria y en la cohesión y
conciencia de grupo que acaba identificando a la empresa con el conjunto de sus
personas, más allá de un nombre, una marca, un logo o un producto.
þ CONOCIMIENTO CORPORATIVO
Un
factor que afecta a los procesos de información, flujos de comunicación y
conversión de la experiencia en conocimiento formal y universal dentro de la
organización. La generación continua e indiscriminada de datos e información,
su difusión y publicación no conducen a otra cosa que a la apatía si no se ven
culminados con procesos de sinapsis corporativa que de lugar a conocimiento
valioso, susceptible de estimular la mejora, el cambio y, en definitiva, el progreso
autosostenido en forma de valor.
þ CAPACIDAD DE DECISIÓN
Un
factor que nos habla de la necesidad de generalizar la toma de decisiones, más
allá del modelo clásico acción – reacción, superando un esquema jerárquico
lógico pero incompetente, necesario, pero mal traducido a la practica diaria.
La estrategia, como respuesta a problemas y oportunidades, es la expresión
práctica de una toma de decisión, pero una empresa no sólo subsiste a partir de
grandes decisiones estratégicas tomadas al amparo de un consejo. También
necesita optimizar la toma de decisiones en problemas y oportunidades
cotidianas, muy alejadas de aquellas, pero imprescindibles para llevarlas a
buen puerto. Sólo una madurez emocional adecuada será capaz de conseguir la
aceptación de que todas las personas de la organización deben ser capaces de
tomar decisiones en sus distintos niveles, entendiéndolo no sólo como un
derecho, sino sobre todo como una deber hacia los demás.
þ ESTRUCTURA ORGANIZATIVA
Las
personas son el principal valor de la empresa, pero no podrá sostenerse sin una
arquitectura organizacional competente. Este factor nos habla de la
distribución de las personas en los distintos nichos de actividad de la
empresa, pero de forma abierta y ascendente en función de sus capacidades y
habilidades para la generación de valor, así como de su compromiso para hacer
de su trabajo uno de sus ejes vitales. Un factor que se traduce en una adecuada
construcción no sólo del mapping estructural de la organización, sino también
de su correspondencia relacional dando como conclusión personas identificables
antes que procesos, divisiones, áreas o departamentos.
þ CORRESPONDENCIA
Este
término hace referencia a la capacidad de la organización para motivar,
incentivar y, en definitiva, conseguir la mayor disponibilidad de las personas
hacia ella. Nadie trabaja por nada, pero sólo los idiotas lo hacen solamente
por dinero. La Correspondencia engloba al conjunto de estímulos que la
organización desarrolla para conseguir que el dinero no sea la única motivación
visible. En este factor nos encontramos con el desarrollo de la carrera
profesional personalizada y las políticas de retribución, pero también se
presta especial atención al valor del error, la interpretación de los distintos
roles profesionales asociados a procesos de emprendimiento interno e
innovación, así como a la capacidad de transferencia de conocimiento tácito, el
interflujo creativo o el desarrollo de estrategias dirigidas a la potenciación
de la Inteligencia Ambiental.
La
forma en que se combinan estos cinco factores nos proporcionan modelos
genéticos perfectamente identificables en la esfera empresarial. Así, una
organización que presenta predominancia del factor estructural combinado con
una marcada debilidad del emocional y de decisión, da lugar a un modelo
perfectamente definido que denominamos “pasivo – impredecible”, es decir
organizaciones aparentemente armónicas, pero que responden de forma
descontrolada y poco efectiva a situaciones de stress competitivo o cambios de
tendencia en los ciclos económicos. Un equilibrio emocional predominante
combinado con un factor estructural débil y una baja capacidad de conocimiento
corporativo da lugar al modelo que denominamos “activo- inoperante”, es decir
empresas que aparentemente desarrollan una frenética actividad relacionada con
los procesos de cambio, pero que no acaban de traducirla en una generación de
valor significativa, cayendo finalmente en la frustración.
La
conformación del código genético no se produce de la noche a la mañana, es un
proceso dilatado, fruto de las actuaciones de los distintos agentes implicados
durante generaciones. Pero, una vez conformado, es determinante en el éxito,
fracaso o mediocridad de la empresa. Quizás la buena noticia sea nuestra
capacidad de reingeniería genética empresarial. Pero para ello, es necesario
conocer perfectamente el ADN original, asumirlo y expresar con voluntad y
decisión la nueva combinación que se quiere alcanzar.
Necesitamos
partir de una visión global de la organización, su escenario inicial. Desde
aquí, debemos definir la combinación de nuestros cinco pilares y sólo así
estaremos en disposición de diseñar un plan de acción a medio y largo plazo. Un
plan que necesitará de nuevas soluciones de reingeniería, fundamentalmente de
los RRHH. Soluciones que combinen los procesos habituales con aquellos
dirigidos a consolidar todos y cada uno de los cinco pilares genéticos.
Soluciones que se han ido abriendo camino y que están llamadas a revolucionar
el concepto de gestión de los recursos humanos y, en definitiva, ayudar a
conformar un ADN empresarial que nos permita hacer realidad ese cambio
paradigmático del que tanto hablamos en nuestros días.
Quienes
son asiduos de este espacio saben muy bien que no soy amigo de mezclar trabajo
con placer, en este caso el que me proporciona escribir sobre mi pasión y
experiencia práctica interactuando con todo aquel que me enriquece con sus
comentarios. Pero, por una vez, voy a romper con esa regla confirmando la
existencia de este tipo de soluciones dirigidas a la reingeniería genética
empresarial con nombre y apellidos. En este sentido BAH, conocida consultora
norteamericana, desarrolla con éxito probado este tipo de procesos y en nuestro
entorno más cercano CEINSA – Y. INNOVACIÓN presenta su solución GIV – Gestión
Integral del Valor centrada en la optimización de los cinco factores genéticos
que intervienen en la generación de valor.
8 comentarios:
Evidentemente, fuera de toda discusión, son los pilares básicos.
De aquí en adelante, el desarrollo y el crecimiento. Fuera, la supervivencia... en el mejor de los casos.
Un abrazo.
¡Olé! Le voy a mandar el post a mi jefe a ver si se da por aludido.
Un abrazo.
Lidya
Este post me viene al pelo porque estoy preparando la charlilla anual y me va a servir bastante para expresar algunas ideas que tengo.
Gracias amigo
Hola Javier
Gracias como siempre por tu rebosante optimismo!
Cuidate
Lidya
Feliz Año!!!!
Bueno si te ayuda, estaré encantado.
Cuidate
Hola Fernando
Para eso estamos!!!!
Me dan ganas de poner una empresa solo por poner en práctica todos estos consejos. Pero me llega
tarde:-)No tengo ni edad ni dinero pero de verdad un lujo.
Un abrazo
Hola Katy
Nunca es tarde si te asegura la felicidad en lo que haces, así que...
Cuidate
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