DIOS, LOS AUTOBUSES URBANOS Y EL OTRO

Quizás alguien se pregunte qué sentido tiene hablar en un espacio dedicado a la creatividad y la innovación sobre la polémica de Dios y su existencia en los autobuses urbanos. Pero, aunque no lo parezca, es una cuestión de Prospectiva Estratégica desde el momento en que aparece el término probable.
Ciertamente, la UAL – Unión de Ateos y Librepensadores – ya ha ganado una primera escaramuza de imagen con la inclusión del término probablemente frente a la afirmación rotunda de la contra campaña de los evangélicos de Fuenlabrada. Quizás lo que pocos saben es que es una cuestión de oportunidad más que de estrategia ya que este término fue impuesto por las autoridades cuando se inició la campaña en tierras inglesas.
En cualquier caso, no voy a entrar en la dialéctica que ha suscitado la iniciativa. Pero, como decía, existe una diferencia de matiz desde el punto de vista de la prospectiva entre utilizar el término probable o la afirmación rotunda, incluso existiría la misma cuestión si se hubiera recurrido al término posible.
En términos de Prospectiva Estratégica e Innovación, la diferencia entre posible y probable es esencial para poder establecer las diferencias de la prospectiva frente al enfoque de pronóstico o forecasting.
Posible es aquello que puede suceder mientras que probable se dice de aquello que hay buenas razones para creer que sucederá. Es fácil suponer cuál es la intencionalidad de la utilización del término en la campaña en cuestión. Es más, no recomendaría a los evangelistas o cualquier otro movimiento cristiano que pasen a utilizar el término posible en un esfuerzo de estilismo y tolerancia. En cualquier caso, toda la cuestión debe centrarse en lo anecdótico y no con ello quiero decir que sea un tema sólo abordable en las sombrías aulas de la Sorbona.
No podría afirmar si es posible o probable. Entre otras cosas, porque prefiero hablar en términos del otro. Todos, absolutamente todos los humanos, contamos con el otro, alguien o algo a quién nos dirigimos en la intimidad para encontrar consuelo, compañía, consejo, reafirmación, esperanza o simplemente recuerdo. El otro es un abstracto espiritual variable según las circunstancias, la edad o la herencia sociocultural. Puede ser una divinidad, un fenómeno, un ser querido ya fallecido o simplemente el otro yo interior
El otro es algo más trascendental y superior que una liturgia, unos escritos o unas tradiciones. El otro está por encima de los fundamentalismos castrantes y de las coartadas morales. Nos acompaña a lo largo de nuestra vida y guarda nuestros más íntimos secretos. Sólo él nos conoce en toda nuestra esencia y solo él nos acompañará en el día final.
No sé si el Dios cristiano es posible, probable o indudable. Tampoco quiero saberlo porque ello conllevaría exclusión y diferencia. Yo tengo mi otro y si me ayuda a ser un poco más humano, emotivo y feliz con eso me basta.
Buenos días y buena suerte