MACARRAS DE VERANO

El Viajero ha tenido un weekend excitantemente caluroso. El viernes se sumergía a primera hora en el horno de Vulcano que es Madrid en pleno ferroagosto para recoger a su hijo pequeño en Barajas - T2 que llegaba de una larga estancia en Minnesota. Pero esto no ocurría hasta el sábado, así que decidió aposentarse en la refrigerada habitación del hotel y repasar los programas televisivos que, en otras circunstancias, no les presta atención. Conclusión: la televisión empeora, mejor dicho, es un asquito. Sobre todo, esos programas nocturnos de fin de semana atendidos por unos periodistas de título y poco más, siempre acompañados de los más granado de la macarreria española, ignorante y pretenciosa en su indecente performance. El viernes noche, el Viajero contempla atónito a un cubanito pasarse por la piedra a una tonta de las de Arniches, elevada a la quinta potencia, es decir tonta, tonta, tontisima (lease imbecil en una escala CI). Y, todo ello, con luz y taquígrafos en una conocida playa mediterránea. Antes nos ibamos a Biarritz para educarnos en esto de la verga, ahora sólo hay que coger la sombrilla, la neverita y el flotador. ¡Ah! Si Espartero levantara la cabeza...
También asiste incrédulo a la "entrevista" a un señor que ahora es señorita que dice haber sido violentado por un conocido futbolista, después de haberse trasegado media reserva nacional de orujo. Pero lo más impresionante resulta ser el momento en que pregunta al entrevistador qué es eso de "suspicaz", adjetivo calificativo de su actitud. Dicen que es un GH. Más tarde se entera que es un Gran Hermano aunque no de Orwell y decide rebautizarlo como BK, es decir BIG- KAKA.
En fin, el Viajero se pregunta asombrado: ¿vivo yo en el mismo país que estos individuos?
Un, dos , tres, al escondite inglés.