PRIMERA
EVIDENCIA
Grecia
no se merece esto, pero Alemania en particular y Europa en general sabían muy
bien a quien invitaban a la fiesta cuando pasó a ser miembro de pleno derecho
de la UE en 1981 y de la Unión Monetaria y Económica en 2001.
SEGUNDA
EVIDENCIA
Las
instituciones europeas han llegado a su máximo nivel de descredito en términos
de autonomía y capacidad de decisión. Si Europa continua, no podrá hacerlo con
el modelo institucional actual.
TERCERA
EVIDENCIA
El
Banco Central Europeo nació con un solo objetivo: mantener la estabilidad de
los precios en la zona euro. Pero no ha sabido adaptarse a las necesidades
estratégicas de cada momento haciendo una pírrica defensa de lo indefendible.
CUARTA
EVIDENCIA
El
Banco Central Europeo ha contribuido y potenciado la especulación: presta
dinero a los bancos a bajo interés para que estos compren deuda pública a alto
interés.
QUINTA
EVIDENCIA
La
Europa Laboral no existe, los flujos de trabajo en el espacio europeo son papel
mojado. Las diferencias en términos de competitividad no sólo existen, sino que
son escandalosamente inasumibles. El Norte y el Sur continua siendo un hecho
más allá de los tópicos a lo que hay que añadir el Este que no sabemos dónde
debe ser ubicado.
SEXTA
EVIDENCIA
Es
fácil achacar todos los males a la corrupción y el mal gobierno de los países
del Sur, pero no se hubieran producido en el marco de una Europa realmente
integrada y regulada aunque no hubiera sido tan atractiva para el negocio
fácil.
SEPTIMA
EVIDENCIA
Se
habla de rescates, austeridad vigilada y mano dura, pero nadie quiere saber
quiénes han sido los culpables, quiénes deben rendir cuentas , quiénes deben
acabar en los tribunales y quiénes deben abandonar sus privilegios. ¿Será que
son todos los mismos?
OCTAVA
EVIDENCIA
En
los últimos veinte años, España ha sido el paraíso de los próceres. Felipe
González descubrió que había buena vida más allá de Pez Volador, Jose María
Aznar tuvo una visión en el camino de Bagdad, Zapatero fue una cenicienta que
creyó en las fábulas de Samaniego y, finalmente, Rajoy es el último que paga.
¿Qué van a hacer los indios si los jefes le dan al agua de fuego?
NOVENA
EVIDENCIA
La
prueba definitiva del fracaso europeo la constituyen sus ciudadanos, incapaces
de sentirse europeos más allá de la indignación y el miedo.
DECIMA
EVIDENCIA
Alemania
va camino de conducirnos por tercera vez en los últimos cien años al desastre por su rigidez luterana a
la hora de gestionar las crisis y medir las consecuencias de sus errores de
calculo.
8 comentarios:
Después de leer tu magnífico post-resumen me sentaría sobre una piedra
a esperar la ruina total.
Pero aún intentaré esperar un milagro no por mí, sino por los que vienen detrás, jóvenes y niños que no deberían pagar nuestros graves errores.
Y confío y deseo que algún día escribas ese post del cambio positivo.
Bss y feliz semana
No sé si se puede resumir mejor.
Un abrazo.
Hola Katy
desgraciadamente es lo que hay, pero no dudes que seré el primero en darte buenas noticias cuando las haya.
Cuidate
Hola Javi
seguro que sí y eso que me he dejado otras treinta o cuarenta evidencias...
Cuidate
Yo con lo que sigo alucinando es que con que tantos supuestos "expertos y listos" cada día estemos peor. No dan una o a lo mejor lo que están es atinando para provocar algo porque tanto despropósito no es normal.
Un abrazo
Hola Fernando
La historia no se repite como algunos pretenden, pero la historia si nos puede enseñar cómo actuamos y cómo no debieramos volver a hacerlo y existen peligrosos paralelismos entre la conducta europea a raiz del crack del 29 y esta y, más áun, en el caso alemán.
En fin...
Amén, José Luis. Nada queda que añadir a tu más que magnífico análisis de la situación europea.
La verdad es que casi da lo mismo si es la izquierda o la derecha la que da los palos de ciego, porque el desnorte y la falta de alternativas son tan evidentes que "cualquier cosa" puede salir de esta entelequia en la que se ha convertido Europa.
Quizás, en clave de humor, te diría que después leerte no sé si cortarme las venas antes o después de tirar "la puta al río".
En fin! no se sabe por donde se romperá el saco de la paciencia... ni si lo veremos... y sin valores que nos rijan, mucho menos hacia donde nos dirigimos pero lo que es seguro, es que lo hará y ya veremos entonces que ocurre "con lo que quede" de esta ¿criatura o monstruo? que entre todos, por acción u omisión, hemos contribuido a crear.
Pues eso. Y un abrazo.
Pero
eeeh, sin "Pero" :)
Publicar un comentario