lunes, 15 de diciembre de 2008
BENDITO PONZI QUE ESTAS EN LOS CIELOS
Estafar por el denominado método piramidal se consideraba hasta hace unos días el timo de la estampita en versión financiera cutre, es decir para pillar a panolis e ingenuos. Bernard Madoff nos ha demostrado que con un poco de charme y dejándose unos durillos en apariencia todo sigue siendo posible en Disney States.
El truquito de la pirámide tiene antecedentes medievales documentados en la venta de bulas y letras, pero quien desarrolló sistemáticamente el método fue Charles Ponzi, un emigrante italiano que consiguió estafar a miles de bostonianos en 1920 vendiéndoles cupones postales a diestro y siniestro. Desde entonces, las versiones del timo han sido incontables, pero siempre bajo la premisa de que sólo era válido para cazar a tontos del higo.
Lo realmente curioso del caso Madoff no es el método que se atiene punto por punto a la Teoría Ponzi. Lo que no deja de asombrar es la naturaleza de los panolis estafados: expertos inversores privados, bancos de probada garantía y experiencia, fondos públicos y hasta algunos gurús cuyos nombres no aparecen en los papers.
Uno ya no sabe qué pensar, pero en el fondo se le queda una cara de gilipollas que no tiene precio. Si no fuera por la posibilidad de que una banda albano kosovar irrumpa en tu casa a las tantas de la madrugada, es muy posible que el método del ladrillo y el calcetín volviera a ponerse de moda. Y es que como decía mi tía abuela sin tontos no hay maleantes.
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1 comentario:
No es cuestión de inteligencia sino de avaricia
Gloria
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