lunes, 1 de diciembre de 2008

CONVICCIÓN

La Innovación es una necesidad.
La Innovación Estratégica es un instinto.
La Innovación es una búsqueda de valor, mejora y, en definitiva seguridad en forma de cambio. Quienes protagonizan la Innovación – personas, pequeñas empresas, grandes corporaciones, instituciones públicas o cualquier otro tipo de organización humana – lo hacen por distintas motivaciones.
En ocasiones, la convicción en mejorar se transforma en algo superior a la incertidumbre que acompaña a todo cambio. En otros momentos, la inercia de una tendencia generalizada empuja a unirse a ella sin demasiada confianza en los resultados, pero bajo el condicionamiento de no quedarse atrás. En determinadas circunstancias, la necesidad de supervivencia obliga a enfrentar cambios que, en otras circunstancias, se hubieran considerado aventuras sin sentido. Finalmente, también hay quienes intentan cambiar porque es la última estrategia frente a la desaparición, pero en estos casos rara vez se alcanzan resultados cuando no menos mediocres.
La Innovación Estratégica es también una búsqueda de valor y mejora, pero en términos de consecución de la felicidad. Quienes protagonizan la Innovación Estratégica – personas, pequeñas y medianas empresas, grandes corporaciones, instituciones públicas o cualquier otro tipo de organización humana – lo hacen movidos por una sola razón.
La Innovación Estratégica no supone desafiar al futuro, ni tan siquiera intentar predecirlo. Más allá de estas pretensiones, el objetivo es comprender el presente a partir del futuro. La construcción de escenarios de futuro deseable y posible marcará el discurrir del presente y el pasado inmediato.
La Innovación Estratégica no se busca movido por la necesidad o la urgencia desesperada. Es necesaria la convicción, pero por encima de todo, se escenifica la confianza en las personas, sus capacidades. Se convoca a las voluntades en un reto común que les aporte cohesión y energía.
Este país asiste a movimientos de sensibilización hacia la Innovación. La crisis que está a punto de concluir para dar paso a una depresión prolongada y profunda moverá a muchos a innovar sin convicción, pero con necesidad y urgencia.
Frente a ellos, confiemos en que también surjan quienes miren más allá de la supervivencia y la resistencia enconada.
IMAGEN: DEBRLOW

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Había oido hablar en alguna ocasión de esta distinción que no es ecesivamente conocida y creo que es cierta, totalmente. En este país, primero habrá que llegar ala innovación pura y dura y, después quizás, asistamos a una generalización de construcción de presente a partir de futuro.
Un placer
Fernando

Anónimo dijo...

La Innovación Estratégica es la expresión de una adecuada Gestión del Riesgo Estratégico. La mayoría de las grandes corporaciones españolas nos están dando una lección de cómo no se tiene ni zorra idea de administrarlo. Su concepto de la Felicidad pasa por la cuenta de resultados inmediata.
PL

Anónimo dijo...

Interesante

Anónimo dijo...

Lo cierto es que la innovación es una condición necesaria para sobrevivir, es un estado permanente de cuestionamiento del statu quo, nada cómodo, pero imprescindible.
Es necesario un liderazgo muy especial para mantener a una empresa en estado de innnovación permanente
Las compañías innovadoras son estadísticamente improbables, lo habitual es que las empresas se refugien en la complacencia...o en el desconcierto

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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