sábado, 2 de mayo de 2009
LA FAMILIA CREATIVA
El otro día cayó en mis manos un libro de esos que uno guarda siempre cerca: The Creative Family de Amanda Blake (web).
Se pueden imaginar el tema por el título y la imagen de la portada: como potenciar la creatividad de los más pequeños de la casa. Efectivamente, ese es el trasfondo, eminentemente práctico de esta encantadora guía. Pero lo realmente reconfortante es la visión de partida que Amanda Blake ofrece. No se trata de ayudar a los pequeños a que sean creativos, sino más bien enseñarles a preservar esa gran capacidad que tienen y que corre el peligro de desaparecer a medida que se vayan integrando en un mundo lleno de modelos estables y convencionalismos.
El infinitivo adecuado es “preservar” y en todo caso “potenciar”. Mientras que si nos decidiéramos a escribir una guía similar para adultos, el término correcto sería “recuperar” o “redescubrir”.
Quizás fuera una buena idea crear think-tanks en las organizaciones con voluntarios de 3 a 5 años. Estoy seguro de que el éxito estaría garantizado.
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