Las grandes desgracias siempre son el resultado de un proceso acumulativo provocado por esas cosas que llamamos factores genéricos. Pero aquello que acaba desencadenado la tormenta final siempre suele ser un hecho fortuito cuando no insignificante.
La Primera Gran Guerra tuvo su origen muchas décadas antes de 1914, pero lo que paso a la Historia fue el incidente de Sarajevo, mezcla de chapucería anarquista, falta de profesionalidad de la policía serbia e ingenuidad del archiduque austriaco. Pocos años después, el segundo acto de aquella desgracia fue protagonizado por un oscuro cabo que jamás hubiera llegado a nada sin la continuidad de esos factores genéricos que Versalles no supo resolver.
Las cajas de los truenos permanecen cerradas durante décadas e incluso siglos. Durante este tiempo, en su interior se fraguan tormentas en forma de fatalismo, victimismo, injurias, deudas de sangre, insensibilidad, miopía emocional y, en definitiva, ausencia total de inteligencia.
Nadie ha llegado a saber nunca si es mejor dejar dormir las tormentas en su caja porque siempre ha aparecido algún autista de la palabra que ha querido jugar a dios del destino. Con la perspectiva que da la calma posterior al desastre, todos se preguntan cómo fue posible tanta miopía, incontinencia y ausencia de juicio. Pero cuando alguien mira al interior de las tormentas, nunca consigue ver reflejado su pánico y, en consecuencia, se cree sereno y convencido de su destino.
La caja acaba abriéndose y la tormenta se desencadena haciéndonos olvidar nuestra condición humana. Y quien intento ser juez y parte se disuelve en el olvido de las victimas que sólo aspiran a olvidar. Es su justo castigo, más allá de recursos jurídicos o juicios históricos.
No he citado nombres, lugares o situaciones porque estas líneas están escritas para ser leídas tan sólo por aquellos que nunca miraremos al interior de las tormentas porque sabemos que allí no duermen los sueños.
(IMAGEN: PAVEL KAPLUN)
2 comentarios:
No es necesaria referencia alguna JLMON, pero hay muchos que siguen mirando al interior de las tormentas y aquí se avecina una de considerables dimensiones.
Jone
Llunes C. Major, desde el blog "Kijiki" te ha concedido el premio:
AMIGOS DE LA HUMANIDAD 2008
de GENTE POR LA GENTE.
Felicidades y agradecimientos por tu trabajo.
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