martes, 17 de febrero de 2009
UNO MÁS
Uno más, nuevos cuerpos flotando en las aguas, vidas anónimas, sueños rotos, quizás en esta ocasión la piedad aflore levemente al tratarse de niños en su mayor parte.
Nos decían que ya no existía el efecto llamada, la crisis haría el trabajo sucio. Pero quizás olvidaron el efecto desesperanza, el efecto violencia, el efecto hambre, el efecto enfermedad, el efecto sin efecto.
Continuará la marea, continuarán las medusas preguntándose qué son esos objetos sin vida que se mecen al compas de las olas, continuarán las miradas perdidas de quienes consiguen llegar al fin del mundo, continuarán nuestras miradas obscenas preguntándose por qué, adormecidas por la rutina.
Alguien me confesó en una ocasión que mientras permanecen en las portadas o en los reportajes televisivos inspiran compasión, pero cuando los encuentras caminando junto a ti por la misma calle, dan miedo.
A mí me da miedo que sólo piense en ellos cuando ya apenas existe remedio.
Observen por un momento la imagen. Ni Velazquez hubiera reunido en una escena tal diversidad emocional. Miedo, curiosidad, alegria, indiferencia, pánico, incertidumbre...
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5 comentarios:
pocas palabras, pero acertadas
José
No hace falta efecto llamada cuando la desespèración es continua
Hasta cuando nos asombramos, claro está desde la confortabilidad y calor de nuestro sofá......frente a 32 pulgadas de abulia política y ciudadana.
Yo digo....Basta, ya es hora de tomar cartas en el asunto......cada uno de nosotros.
GONZALO
Tremenda la imagen
Si, realmente es terrible la imagen, y lo que me parece es más terrible es que las vemos comunmente en la televisión y justo después de estas imagenes pasan un anuncio publicitario y todos nosotros lo observamos desde el sofá de casa con el estomago lleno y la conciencia tranquila.
Saludos!!!
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