miércoles, 4 de marzo de 2009
EN EUSKADI NO HAY PROBLEMA
Uno de los comentarios a mi post de ayer sugería la posibilidad de ampliar la perspectiva de la relación problema – oportunidad, así que ese es mi tema del día.
El principal problema del término problema – valga la redundancia- es el sentido que le adjudicamos. Desde muy pequeños somos educados para percibir los problemas como algo negativo y, en consecuencia, no pasan por ser situaciones deseables. De ahí al escapismo o la inhibición sólo hay un paso.
Partiendo de este preconcepto generalizado, es muy difícil cuando no imposible hacer comprender a las personas afectadas por un problema que en realidad lo que tienen es una oportunidad. Todavía recuerdo la primera vez que me puse delante de un equipo de trabajadores directos de una empresa al borde de la quiebra y comencé mi intervención con aquello de si tenemos un problema, tenemos una oportunidad. Años después, todavía trabajo con ellos en algunas ocasiones y no hay vez que no me recuerden los impulsos que tuvieron de echarme a patadas de la sala. Lo mejor de todo es que la empresa ni quebró, ni continuó dando perdidas. Consiguieron enfocar los problemas como oportunidades.
Las definiciones del término problema son incontables, pero a mí me gusta particularmente una que dice que un problema es una situación cuya solución se desconoce. Me encanta, entre otras cosas, porque confirma mis sospechas de que los problemas de los libros de matemáticas con los que tuve que bregar en mi juventud no eran tales. Se trataban de ejercicios o rutinas que debía aprender. ¡Hasta en los templos del saber se producen incorrecciones semánticas!
Si partimos del hecho de que un problema es una situación cuya solución desconocemos, ello quiere decir que ha venido provocada por un cambio en el status. En consecuencia, el cambio en sí mismo no es otra cosa que el planteamiento de un problema. Las bondades o maldades del cambio vendrán determinadas por la gestión que hagamos del mismo, es decir por el enfoque o identificación que demos a la situación.
Si procedemos a percibir la situación como una amenaza es muy probable que adoptemos la vía del escapismo, es decir que convirtamos la situación en molestia y, en consecuencia, nada bueno se derive de todo ello.
Si, por el contrario, percibimos la situación como un desafío posible, estaremos comenzando a identificarla como un auténtico problema. Es decir, algo que tiene solución y que puede aportar valor, avance, progreso.
Cuando afirmamos que los problemas son oportunidades, quiere decir que hemos conseguido enfocar la situación provocada por un cambio como algo posible de superar y que conllevará una mejora en términos de progreso, es decir INNOVACIÓN.
Ayer citaba a Euskadi y sus recientes elecciones a propósito del cambio. Podemos continuar con ella.
¿Cuál es el problema en Euskadi?
Siento decirlo, pero no lo hay. Al menos en los términos que debiera, es decir situación cuya solución se desconoce, pero que ofrece una oportunidad de solución y progreso. De momento, la situación está identificada como una molestia para la gran mayoría de los interesados. De hecho, la percepción es de Gran Molestia ya que se identifica la solución del otro como amenaza y, en consecuencia, las tablas y el inmovilismo están garantizados.
En definitiva, el País Vasco pasa por una situación terriblemente curiosa ya que parece ser una tierra de innovación y emprendimiento, pero se caracteriza por la pésima Gestión del Cambio y la ausencia total de voluntad innovadora en lo que a su principal problema se refiere.
En cualquier caso, los vascos continúan disponiendo de una oportunidad.
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5 comentarios:
Soy vasco y nacionalista, pero sólo puedo decir una cosa: SOBRESALIENTE.
Nunca lo había analizado de esta manera y abre muchas perspectivas.
Besarkada bat
Enfocar el "contencioso" vasco como un problema cuya solución de partida desconocemos ya sería un avance considerable.
Glory
Ya sabes lo que decía Einstein....aquello que no tiene solución no es un problema....
teniendo en cuenta tu contador en estos momentos y a la vista de los comentarios (que son pocos para el post), me temo que sobre este tema nadie quiere hablar.
Joaquim
Buenas Tardes.
Que casualidad, es 4 de marzo y mi comentario sería el mismo que el del 4 de diciembre. Han pasado cuatro meses y siempre se actua igual: problema/Uria convertido en molestia/Uria; problema/Ilegalización de Partidos convertido en molestia/ilegalización, etc.
Yo como aquellos de la empresa que mencionas, JL,todavía recuerdo la clase magistral sobre la gestión de los problemas y el maravilloso mundo del escapismo.
Cierto JL, el verdadero problema vasco es que los dos Primos de Zumosol lo asumen como una molestia asumible.
Y sí Joaquim, hacer de vaca rumiante y observadora del tren es el deporte (inter)nacional.
"Houdini rides again"
Joxan O.
Este fue el comentario al post del 4 de diciembre. Y como dice Joaquim, a pesar de que está más a gusto paciendo mientras pasa el tren
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