viernes, 24 de junio de 2011
G de GENÉRICA
GENÉRICA
Común a varias especies.
(Fuente: Drae)
Cuando preguntas a alguien cuál fue la causa de Primera Guerra Mundial, la respuesta casi siempre es la misma… Sí, creo que asesinaron a alguien importante en Sarajevo y, claro, se monto la que se monto. Mi respuesta también es casi siempre la misma… Sí, era el archiduque Francisco Fernando, heredero del trono austrohúngaro. Pero, también comento… Ciertamente no se si me merece la pena ser europeo. Si por un hombre murieron ocho millones y seis quedaron inválidos.
Evidentemente, las cosas no son así de simples aunque aparentemente lo parezcan. Existen causas genéricas y específicas. Estas últimas son las más visibles y aparentes. Much ado about Nothing (Mucho ruido y pocas nueces) que decía el bueno de Shakespeare. Pero así son las cosas, el Jueves Negro de la Bolsa de Nueva York en 1929, el hundimiento del Maine, el asesinato de Calvo Sotelo, la gruta de Covadonga y suma y sigue. La causa específica es, como se suele decir vulgarmente, la gota que colma el vaso, pero pocas veces se piensa que el grifo llevaba años goteando. En pocas palabras, atacar a la causa específica es la tendencia natural, pero, finalmente, solo consigues cerrar el problema en falso. Reconocer y asumir las causas genéricas no acostumbra a ser la pauta, pero en ellas se encuentra la raíz del problema y, en definitiva, el camino hacia una solución satisfactoria.
¿Cómo hemos llegado a esto? Esta es la pregunta que nos hacemos desde hace cuatro años millones de españolitos. Como en el caso de Sarajevo, la respuesta es grotescamente simplista… Ya se sabe, el ladrillo, la corrupción, los banqueros, el despilfarro, la ineptitud de los políticos y, así, sucesivamente. Mucho ruido y pocas nueces.
Las causas de fondo son otras. Las reformas que se están acometiendo, acertadas o erróneas, son las respuestas a las causas estrictamente específicas. Son necesarias, pero no suficientes. Cerrarán el problema a corto plazo, pero la herida no cicatrizará y acabará por abrirse de nuevo tarde o temprano.
Reconocer y asumir las causas genéricas no es popular para quien debe impulsar el proceso. Pero no creo que el objetivo de la política sea hacerse famoso y bien amado. Reconocer y asumir no es un sapo fácil de tragar para todo un país, pero, de una forma u otra, llevamos unos cuantos siglos haciendo cosas juntos, socios comanditarios de una misma sociedad, tontos y listos, vagos y trabajadores, golfos y honrados, bajos y gordos, ricos y pobres. Pero, al final, todos tenemos el mismo DNI, votamos en los mismos comicios y nos vamos a la playa por Santiago. El día que nos conozcamos a nosotros mismos, habremos dado un paso adelante. Pero hasta que no nos conquistemos como país, a poco podremos aspirar.
Sí, el mismo sinvergüenza que se mete al bolsillo diez millones de euros en concepto de sueldo de consejero de tal o cual entidad bancaria, después de habernos llevado a la ruina, es el mismo que clama por medidas de austeridad y contención salarial. Pero, ¿y qué esperaban ustedes? Si quieren, podemos montar un acto de fe en Puerta del Sol, pasearlo con hábito y orejeras en el burro del tío Genaro y acabar prendiendo la hoguera con el zippo de mi abuelo el de regulares. ¿Y qué? ¿Asunto arreglado?
Recuerdo que hace años le pregunté a un activista vasco… Si mañana desapareciera la bandera española de todos los ayuntamientos, emigrará la Guardia Civil y acabáramos con la oligarquía, si mañana me despertara en una Euskal Herria independiente. ¿En que habría cambiado mi vida?
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10 comentarios:
¿Y qué te contestó? Imagino que no hubo respuesta. Qué importante es esa distinción que haces! Ir a la raíz del problema, con rigor, y ser consecuentes con lo que descubrimos. Nos perdemos en discursos ambigüos, pero nos cuesta concretar. Y sobre todo nos cuesta reconocer los errores y aprender de ellos.
Un abrazo
Hola José Luis no se si genérico o particular pero me parece que tu lucidez es admirable. ¿por qué no te dedicas a lo política? Con esa lucidez yo no me lo pensaría.
En fin hace mucho que sabemos que el hombre es el único animal que tropieza en la misma piedra dos veces y en política se ha perdido la cuenta.
Para subir a la superficie hay que tocar fondo y creo que ya estamos muy cerquita. Habrá que reflotar una vez más.
Un abrazo
No, no dijó nada, sólo esbozo una leve, casi imperceptible sonrisa...
Gracias por la visita Astrid.
Hola Katy
Si me dedicara a la política perdería con toda probabilidad la poca lucidez que me queda.
Cuidate
Si es como los que yo conozco la sonrisa sería de esas que se te quedan forzadas con un fondo de preocupación.
Un abrazo.
Hola José Luis:
la verdad es que uno ya no sabe que pensar, pero comparto la ideas que expone Astrid en su comentario.
Un abrazo
Hola Javier
Tú si que sabes...
Cuidate
Cómo de cía las cancion: Bridge over trouble water...
Cuidarse
Te alabo el gusto, Jose Luis, tu distincion y vision de la causa genérica y la específica es admiralbe y valiente. Casi nadie reconoce las genéricas y casi todos las excusamos con las específicas. Me tomo como una invitacion al atrevimiento sacar el tema y distinguir los colores. Ahora bien, soy consciente de que sólo aspiro a un tipo de sonrisa: leve e imperceptible.
Saludos, M.
Hola MaS
Gracias por la visita y el comentario.
Las sonrisas imperceptibles acaban dejando huella...
Cuidate
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