jueves, 30 de abril de 2009

SPLITVIEW, UNA INNOVACIÓN DE AMPLIACIÓN DE LÍNEA


Mercedes Benz anuncia que la clase S dispondrá a partir del próximo verano el sistema Splitview.Se trata de una innovación desarrollada en colaboración con Bosch y que permite la visualización simultanea de dos programas distintos en un mismo display situado en el centro del frontal.
Como puede verse en la imagen, el conductor puede estar visualizando una ruta del navegador, mientras su acompañante está visionando una película o un programa de televisión y todo en la misma pantalla. El milagro se consigue a través de una nueva tecnología que trabaja situando los pixels de ambas imágenes de forma conjunta para después pasar a individualizar la imagen dependiendo de la situación del sujeto.
Una innovación de ampliación de línea, característica de un nicho de mercado maduro.
Más información.

miércoles, 29 de abril de 2009

LA GRIPE YA TIENE CULPABLE


Hace un rato, volvía a casa en el avión junto a una pareja mejicana. Su entrada en la cabina ha sido poco menos que un calvario, fáciles de identificar, no tanto por sus rasgos como por las mascarillas blancas que ocultaban parte de sus rostros aunque no unos ojos temerosos, cuajados de una culpabilidad no buscada y con la atención fijada en un punto perdido en un vano intento de huir de una vergüenza inexplicable. Sinceramente, el sentimiento que me han provocado no ha sido de miedo y, menos aún, de pánico, simplemente de tristeza.
Siempre he defendido que, ante un problema, la urgencia es solucionarlo antes que buscar al culpable. Esta situación que lleva trazas de convertirse en pandemia es un PROBLEMA con mayúsculas porque se desconoce su solución y porque sus consecuencias pueden ir más allá de lo que definimos como grave. Quizás por ello haya que romper las reglas y no preocuparse solamente por buscar soluciones, sino también por encontrar culpables que permitan obtener información y conseguir un valioso conocimiento preventivo.
En estas andamos y, aunque es pronto para asegurarlo, parece que ya tenemos un posible candidato con nombre y apellido: Granjas Carrol, filial del gigante estadounidense Smithfields, curiosamente principal accionista de la española Campofrío. El lugar también parece estar localizado, La Gloria, un pequeño pueblo del estado de Veracruz rodeado de mataderos de cerdos de Smithfields. Todo parece apuntar a esta pista: grandes lagunas plagadas de excrementos y restos de cerdos sacrificados, ausentes de toda medida sanitaria y depurativa, ejércitos de moscas y todo tipo de insectos, aves alimentándose de la carroña abandonada y un largo historial de denuncias y protestas de los vecinos y de grupos ecologistas. Por si fuera poco, el ministro de Sanidad mexicano, José Cordova, ha reconocido que en La Gloria parece estar localizado el primer caso de gripe porcina, Edgar Hernández, un chamaco de cuatro años. El primero reconocido, pero quizás hayan existido muchos otros ya que un 30% de la población de La Gloria está afectada por cuadros de enfermedades respiratorias y gastroenteritis.
Por supuesto, Smithfields se ha apresurado a negar cualquier relación con el origen de la gripe. Pero, en cualquier caso, Smithfields es culpable sin paliativos de descuido, negligencia y abandono de su responsabilidad hacia la salud pública y el medio ambiente. Y esto, es algo de lo que no cabe duda alguna aunque finalmente salga de rositas por su influencia.
En cualquier caso, hay una lección que, como siempre, no aprenderemos. Hoy ha sido el cerdo y la gripe, mañana puede ser la cigüeña y pasado mañana los fox terrier de pelo duro. La degradación a que sometemos a las tierras y poblaciones, humanas y animales, donde exportamos aquellas actividades que no deseamos tener en casa, tiene un precio, desconocido todavía, pero letal por necesidad. Elucubramos sobre el final del planeta en términos de desertización, alteración climática, catástrofe sideral, meteoritos criminales y holocaustos nucleares. Sin embargo, finalmente, todo puede acabar resultando más sencillo como resultado de una plaga que no lleguemos a saber frenar a tiempo.
Hasta entonces, sólo espero que mis compañeros de viaje accidentales hayan llegado bien a su destino y puedan, en la soledad de alguna habitación, descubrir sus rostros sin temor.
Buenas noches y buena suerte

martes, 28 de abril de 2009

PESTE PORCINA, LA BOLSA SE ARRUINA


La gente del común piensa que esto de las finanzas es cosa seria, pero si se habla de la bolsa la cosa se pone más seria si cabe. El ciudadano de göina se imagina a sesudos genios del numero y la estrategia aunque cuando pilla alguna imagen de la bolsa de Tokyo, piensa más bien que aquello es de locos. En cualquier caso, si es cuestión de invertir los ahorritos, más bien piensa en una libretilla de ahorros de esas que no dan un chavo y te cobran hasta por hacerles una visita de cortesía, si el fulano es desconfiado, prefiere más bien el calcetín aunque está en desuso por aquello de que lo comparen con un chorizo inmobiliario y si, finalmente, es algo entendido y tiene estudios, las letras del tesoro público es lo suyo.
Pero, en cualquier caso, cuando el ciudadano de göina y moquero se lee el diario tal día como hoy, no puede sino acabar de confirmar que esto de la bolsa es para gente muy cultivada: ¡La gripe porcina tumba a las aerolíneas y lanza a las farmacéuticas! Si continua pasando página, se encuentra con la Igarteburu bailona anunciando a doble página viajes de ensueño a la Rivera Maya con lo cual, decide quitarse la göina y rascarse el cogote por aquello de comprobar si está soñando. Pero no acaban aquí sus tribulaciones porque llegado Roque,el amigo del alma,le relata, sinteticamente claro, sus peripecias. Y, ¡toma ya!, Roque que fue contable de lápiz en el Banco Simeón y de esto entiende un poco, lo remata cuando le anuncia que mañana se espera caída de Christian Louboutin por no acertar a impactar a Doña Letizia en su particular confrontación con la Bruni.
En fin, !buena la ha hecho el pobre cerdo¡

lunes, 27 de abril de 2009

POR QUÉ, QUÉ, CUÁNDO Y COMO VAMOS A INNOVAR




Desde estas páginas he insistido en múltiples ocasiones en la necesidad de método para enfrentarse al desarrollo de procesos de innovación, independientemente de la naturaleza de los mismos.
Sin embargo, la realidad cotidiana demuestra que las organizaciones necesitan un previo aún más importante que les haga decidirse por el desarrollo de este tipo de acciones. Este previo es incluso anterior al proceso de prospectiva estratégica al tratarse de una decisión orgánica que acabará afectando a todo el posicionamiento de la organización.
En este primer momento, la organización debe plantearse una serie de cuestiones muy concretas y que podrían resumirse de forma didáctica en el siguiente organigrama.

La respuesta a estas cuatro cuestiones básicas, no sólo establecerá la misión y visión innovadora de la organización. También determinará en qué momento del ciclo de vida de un producto o nicho se encuentra y, en consecuencia, el objeto sobre el que se aplicará la innovación: producto, proceso o cliente.
Pero sobre todo, establecerá el tipo de innovación que se debe perseguir y que va más allá de las categorizaciones clásicas y elementales, es decir producto, proceso o modelo de negocio. De hecho, estas no son tipos de innovación, sino áreas en las que se aplican los múltiples tipos que podemos desarrollar:

Es dificil decirdirse a cambiar, aún lo es más cambiar y todavía más cambiar sin saber qué se ha de cambiar.

sábado, 25 de abril de 2009

CREATIVO ESTE

Es difícil encontrar un flash creativo en las tierras del Este, pero cuando lo haces, resulta brillante y contundente.
Para muestra, este clip publicitario de Skoda.

viernes, 24 de abril de 2009

CAMPS: ENTRE IMBECIL E IDIOTA


¿Existe un mínimo de CI (coeficiente de inteligencia) que nos aleje de las brumosas fronteras de la idiotez o, al menos, nos mantenga en la tediosa y segura mediocridad?
Al parecer, existe una respuesta, pese a la complejidad de la pregunta. Y no solamente eso, hasta se registra un apreciable consenso a la hora de establecer un gradiente valorativo a partir de las distintas puntuaciones obtenidas en los test de Inteligencia. Así, quienes obtienen 150 o más son considerados Superdotados, 130 otorga la categoría de Nivel de Inteligencia Muy Superior. Obtener una calificación entre 120 y 129, asegura ser definido como de Inteligencia Superior, mientras que 110 – 119 tan sólo asegura una calificación de Inteligencia Brillante por encima de lo normal. Entre 90 y 109 nos movemos en los límites de lo simplemente calificado como Normal. A partir de ahí, las cosas se ponen difíciles. Así, por ejemplo una calificación que oscile entre 70 – 89 empieza a ser sospechosa. Moverse en un 60 – 70 significa ser calificado como Retrasado Mental, si la puntuación desciende hasta los 50, el término Retrasado se acompaña del adjetivo Grave. Finalmente, los Imbéciles se sitúan entre los 50 y 25, y los Idiotas de ahí para abajo. En cualquier caso, siempre existe la posibilidad de argumentar aquello de un mal día lo tiene cualquiera.
Es probable que alguien se pregunte si es posible alcanzar puntuaciones por encima de los 180 o 200. No sólo es posible, una mujer detenta el record mundial medido con 228 de C.I. En cualquier caso, parece ser una persona normal que disfruta de un trabajo normal en una revista normal, es decir no hablamos de un genio.
¿Cómo habría que calificar al atribulado y perseguido Francisco Camps?
El presidente de su partido nos puede ayudar a la hora de buscar la respuesta con sus últimas y tibias manifestaciones al respecto: "Creo que afecta a la inteligencia el decir que alguien se va a vender por tres trajes.”
Estoy totalmente de acuerdo con usted Don Mariano, pero el problema es que todo apunta a que la relación entre El Bigotes y Camps iba más allá de alguna partidita de subastado. En el fondo, creo que lo que más le duele a Don Mariano de toda esta historia, es la ausencia total de inteligencia por parte del delfín mediterráneo. Pero ya sabe usted Don Mariano que la pernera es débil y la tentación fuerte; le queda el consuelo de que otros vendieron a su hermano por un miserable plato de lentejas pardinas.
En otro orden de cosas, puestos a pedir, podía haber pedido un bentley o una villa en las Fidji con criados de Antequera porque, la verdad, entre nosotros Don Mariano, a este chico los trajes le sientan peor que a Tarzán en carnavales. El que no tiene percha ya se sabe.
En cualquier caso, para la próxima, si es que la hay, el bueno de Paquito debiera pedirle al Bigotes dos o tres pares de zapatos en condiciones, a ser posible de John Lobb. Porque, de verdad, da pena el muchacho. Una cosa es no tener cuerpo gitano y, otra muy distinta, ser un poco guarrete. Muchacho, si no calzas bien Sebago o Castellano, por lo menos dales betún a los ladrillos de vez en cuando.
En fin, volviendo a la pregunta que nos ocupaba: ¿Cómo habría que calificar al atribulado y perseguido Francisco Camps en la escala de inteligencia?
Sinceramente y sin ánimo de ofender, creo que estaría situado entre imbécil e idiota, ahora, eso sí, sin maldad.
Que ustedes lo disfruten y, ya saben, si necesitan alguna fruslería, llamen al Bigotes.

jueves, 23 de abril de 2009

DE CAJAS DE AHORROS Y MUDANZAS


Los movimientos de innovación en las entidades financieras acostumbran a ser escasos y erráticos, aún más en el caso español y, mucho más aún si cabe, en el mundo de las cajas de ahorros, pilar del sistema.
Decía Ignacio de Loyola que en tiempos de tribulación deben evitarse las mudanzas y quizás por eso las cajas acatan la disciplina. Corren malos tiempos, los índices de morosidad de las cajas se han elevado al 4, 85% lo que obliga a buscar liquidez en un marco substancialmente distinto al de los bancos. Frente a la recurrida emisión de acciones, las cajas pueden optar por las denominadas cuotas participativas que pueden ser adquiridas por bancos o cajas saneadas aunque, de momento, sin acceso a los órganos de gestión. Cuestión esta que puede alejar a más de un interesado por lo que todos los ojos están puestos en el paquete de ayuda del Gobierno. Ayer mismo, el presidente de la CECA, Juan Ramón Quintás, no sólo confirmaba la caída del beneficio en un 14´7% durante el primer trimestre del 2009, sino que también se mostraba inquieto ante la demora en la aprobación del prometido fondo de garantía por parte del gobierno Zapatero.
Nadie niega la oportunidad de contar con medidas de ayuda y refuerzo que permitan enfrentar la delicada situación que se anuncia para los próximos veinticuatro meses. Pero, una vez más, mirar a la vuelta de la esquina no va a ser la solución a todos los males del sistema financiero español y de las cajas en particular. Estas últimas necesitan un profundo proceso de reestructuración, es decir de innovación, si quieren situarse en posiciones ventajosas de salida cuando se produzca la inflexión. Ciertamente, en tiempos de tribulación no es que deban evitarse las mudanzas, más bien asustan. Pero, en el caso de las cajas, estas mudanzas tampoco se han desarrollado en tiempos de bonanza. Cierto es que algunas de ellas han presumido de su talante creativo, pero una mirada atenta, confirma que más allá de los globos, colorines de fachada y remodelación del espacio interior, poco o nada más se ha hecho.
¿Qué tipo de innovación deben buscar las cajas de ahorros?
No hay lugar para una innovación disruptiva y, en consecuencia, el miedo a la mudanza debiera ser menor. Pero hay margen amplio para un planteamiento en términos de Innovación de Producto, es decir de ampliación de línea o mejora si se prefiere. Y todo ello independientemente de la cuestión de fondo que es la posible remodelación de su gestión y participación. Santa Teresa también decía aquello de cuando las necesidades se presenten no busques trabajos en los rincones.
A las cajas puede ocurrirle lo que a los grandes hoteles con abolengo y tradición, a fuerza de querer ser atemporales, se convierten en reliquias.

miércoles, 22 de abril de 2009

CHAVO CHÁVEZ


Hay un largo camino desde la pequeña localidad de Sabaneta de Barinas a la presidencia de Venezuela. Un camino que Hugo Chávez ha recorrido contra viento y marea demostrando que se le puede tachar de muchas cosas, pero nunca de cándido, estúpido o imbécil. Nos guste o no, es inteligente en términos generales y estratégico en grado particular. Pero, como suele ocurrir en estos casos, esa inteligencia está dirigida de forma exclusiva a la consecución de sus objetivos y metas personales, fáciles de describir por el común, pero complejas de interpretar, aún por sí mismo.
Chávez es una mezcla espontánea de todas las perversas virtudes que han llevado a oscuros personajes al poder. Podemos encontrar oportunismo, populismo del más barato, manipulación y mentira constante, obcecación, caudillismo y un largo etcétera que le sitúan a igual nivel que otros personajes que acostumbramos a llamar popularmente dictadores. El argentino García Hamilton compara a Chávez con Franco. Ciertamente, la comparación es posible, pero se queda escasa ya que, a diferencia del Little Big Gallego, Chávez ha sabido beber, aunque no lo parezca de fuentes muy diversas aunque todas con un mismo denominador común: personalismo, autocracia, improvisación suicida y, en definitiva, el mejor billete para llevar a un país al desastre y a la pérdida de su identidad. Pero, de igual forma, Chávez hace gala de una sutil inteligencia estratégica que le permite circular por la frontera que separa a lo político y moralmente reprobable de lo humanamente abominable. Confiesa su pasión por Fidel Castro, pero en realidad apenas si tiene puntos de contacto porque el Chavismo es algo que ni el propio Chávez es capaz de definir, improvisación continua a la vista del discurrir de los acontecimientos.
Calificar a Chávez de payaso, perturbado, asesino o cualquier otra lindeza que se nos ocurra sobre la marcha, es una pésima estrategia que sólo conduce a la justificación de una ceguera colectiva como la que viven las capas más humildes de la sociedad venezolana. Chávez es frio y calculador en su estrategia general aunque todo ello quede camuflado por sus espontaneas improvisaciones. Sabe hacer un uso magistral del otro, principio básico en política y generación de poder. Conoce a la perfección todos los resortes emocionales basados en la frustración, postración y fatalismo que acompaña a buena parte de las sociedades latino americanas. Es un virtuoso a la hora de sacar partido a las cuentas pendientes que esas capas sociales han ido generando desde hace ya más de dos siglos.
“El triángulo, ustedes tienen que ser sabios, tenemos que estudiar mucho la política verdadera, por eso es que no es la política esa de cuántos diputados voy a tener yo y cuántos gobernadores y cuánto es la cuota mía, no chico eso no, eso tiene que pasar, esa es la Cuarta República viva, el reparto, las tajadas”. (Discurso de Creación del PSUV, Chávez Frías, 2006).
La invocación al futuro, la condena al pasado inmediato, la exaltación del Salvador, estos son los mecanismos que maneja Chávez una y otra vez, poniendo nombre y apellido a los miedos y temores, señalando descaradamente con el dedo al culpable de la desgracia nacional. Todo ello, no es sólo una emulación de algo tan elemental aunque efectivo como fue el franquismo. Chávez sabe jugar a la perfección con el miedo y la incertidumbre, el rencor arcaico y la venganza, los sueños y deseos de una buena parte de la sociedad venezolana.
“…las batallas que tengan que venir, las enfrentaremos las liberaremos con altura, con grandeza del pueblo digno de Simón Bolívar, y ofrendaremos a la Patria nuestras victorias, ofrendaremos a nuestros hijos, a los hijos de nuestros hijos, a las futuras generaciones la victoria, el camino de la victoria”. (Discurso de Creación del PSUV, Chávez Frías, 2006).
Chávez pasará como pasan los años, pero dejará una huella difícil de olvidar. Un legado de vergüenza para quienes lo siguieron en esas “misiones de la patria bolivariana” que tienen como final el ancho y lejano mundo. Un legado de humillación para la clase política opositora, incapaz de reaccionar frente al pesado fardo del pasado. Pero, en cualquier caso, Chávez pasará y Sabaneta de Barinas será de nuevo engullida por el olvido porque el Comandante no tiene quien le escriba.

martes, 21 de abril de 2009

I´M GILIPOLLAS


De vez en cuando, acostumbro a contar mis experiencias en esos viajes accidentales propios de un viajero accidental. Al parecer resultan graciosos o, al menos, eso me comentan los conocidos, no sé si por caridad o porque realmente me ocurren cosas raras. Puestos en ello, hoy voy a relatar las peripecias que pude vivir ayer en un viaje relámpago a Sevilla.
El pasado jueves llegaba avanzada la tarde a mi casa procedente de London y, hete aquí, que me encuentro con un regalito en forma de mail: lunes reunión inaplazable en Sevilla, nueves horas, un saludo.
Tan inaplazable parecía que de la misma me sumergí en la página de Iberia y pedí opciones para volar de Bilbao a Sevilla. Lo de opciones es un decir porque sólo vuela Iberia a través de su regional Air Nostrum, es decir un caso palmario de Aerocracia. Y tanto fue así que casi caigo fulminado por el rayo de Damasco a la vista de los precios. En el trayecto Bilbao – Sevilla sólo quedaba una plaza en business, cosa extraña teniendo en cuenta la dimensión, reducida más bien, de los aparatos de la citada regional. En el trayecto de vuelta parecía sonreírme la fortuna ya que disponía dos de dos últimas plazas de precio promocional. En cualquier caso, ante el carácter inaplazable y la rotundidad de la última plaza, no me quedo más remedio que aceptar el robo a mano armada castizo estilo Candelas: ¡1028 euros! Debo aclarar que el vuelo no hacía escala en Miami con visita incluida a Julito Churchs, trayecto directo sin paradas.
Bien, el caso es que me levanto a las 04´30 de la madrugada, saludo a mi gato que me mira de reojo poniendo cara de a dónde va este gilipollas y me dirijo a esa ruina de goterones y desconchados que Calatrava llama el aeropuerto de La Paloma. Facturo, paso el control y me montan en autobús para llevarme al avión. Claro, primer chasco, dada la ausencia de finger, dado el tamaño regional del aparato, me suponía trasladado en Ferrari, al menos. Subo al avión y caigo en la cuenta que el business es la primera fila del exiguo habitáculo. La azafata me mira mal, algo así como hay que ser gilipollas para pagar esa pasta para ir de aquí a Sevilla. Una señora que viaja detrás de mí en compañía de un hijo birojo, decide que debo ser un artistazo y me pide un autógrafo a lo que me niego educadamente. Despegamos, no noto nada raro que indique que me encuentro en una plaza business de a 600 euros el trayecto. ¡Ah! Llega la azafata, perdón auxiliar de vuelo y me pregunta que deseo desayunar: tarta de manzana, chocolate, zumo, café…Una tarta de manzana gracias. No se lo pierdan. Iberia ha reinventado la repostería y llama tarta de manzana a un pastelillo industrial revenido. Bueno, el caso es que el resto del pasaje mira como degusto esta tatin aeronáutica porque de cortinillas nada de nada por lo que procuro apurar, entre otras cosas porque hasta que yo no termine, no le sirven a ellos. De ahí que una rubia con aparato y bolso plastiquero rojo cerecilla del Jerte me mire con cara de pocos amigos y algo así como qué se ha pensado este gilipollas. Pido prensa a la auxiliar de vuelo y me dice que es una pena, pero no han tenido tiempo de cargar diarios y todo con una sonrisa cínica donde las haya y algo así como te jodes capullo gilipollas.
Por fin llego a Sevilla, bueno al aeropuerto que no es lo mismo, Abordo un taxi y, por primera vez en lo que va de día, no me miran con algo así como será gilipollas. Lo malo es que cuando le doy la dirección de destino – Fort Apache 12 – sí que me mira con cara de algo así como este tío es gilipollas. ¿No será Kansas City 12? Me pregunta con sorna y sí efectivamente era Kansas City porque aunque ustedes crean que soy gilipollas existe tal calle aunque por dimensiones más bien avenida. Intentando arreglarlo, le explico al buen hombre mi aventura clase business y, claro, me mira de reojo por el retrovisor pensando algo así como eres gilipollas integral.
No les digo más que al llegar a destino y presentarme en recepción, me preguntan aquello de parte de quien y contesto socarronamente: José Luis Gilipollas.

lunes, 20 de abril de 2009

NO MATEN AL MENSAJERO


Miguel Fernández Ordoñez siempre me ha parecido un buen tipo, un tipo legal que se acostumbra a decir en estos casos. La valoración de su gestión al frente del Banco de España deberá esperar un tiempo por aquello de la perspectiva histórica. Sin embargo, me ha llamado la atención el nivel de sus últimas y polémicas declaraciones en relación con el oscuro futuro del sistema de pensiones. No es que yo abrigue demasiadas esperanzas sobre mi futuro como pensionista, pero resulta preocupante la descarnada sinceridad del Gobernador, muy de agradecer en múltiples ocasiones anteriores, pero quizás fuera de lugar en estos momentos.
No pretendo emular el optimismo hollywoodense de ZP, ni jugar al Scrabble con esto de la crisis de inflación aguda que es algo así como llamarle agente de transferencia tecnológica a un vendedor de ordenadores de El Corte Inglés. Pero, lo cierto, es que en estos momentos necesitamos mensajes de futuro y mucha y virtuosa pedagogía en las declaraciones públicas de todos aquellos con responsabilidades de gobierno o gestión económica.
Y la razón es sencilla y meridiana. Nuestro modelo de crecimiento no tiene vuelta de hoja, es tan simple como una anchoa en un palillo: consumo interno. Pero, en ocasiones, lo simple es bello y hasta eficaz. En otras palabras y aunque parezca mentira, este modelo nos favorece momentáneamente a la hora de buscar rutas de reactivación que nos permitan encarar posteriormente los auténticos problemas estructurales que padecemos. Pero, en esta búsqueda del Grial, necesitamos mensajes posibilistas antes que los desvaríos optimistas o las confesiones fatalistas.
Fernández Ordoñez me sigue pareciendo un tipo legal y sólo por eso, les pediría que, en esta ocasión, no maten al mensajero.

domingo, 19 de abril de 2009

INNOVAR EN AMERICA LATINA


La Innovación ofrece distintos frentes de batalla, todos ellos posibles y necesarios. Pero, de igual forma que una organización, sea cual sea su dimensión, debe realizar una prospectiva de escenario inicial y futuro. Un país debiera plantearse seriamente cuál debe ser su escenario específico de acción en lo que a la Innovación se refiere.
En este sentido, países como Argentina, Chile, Colombia o Venezuela debieran aplicar algo tan sencillo como el análisis del Momento de Entrada a la hora de centrar sus esfuerzos en la innovación de su estructura económica. Pese a mi desconocimiento sobre todos y cada uno de los aspectos de esta estructura en cada caso particular, puedo aventurar que un análisis de estas características ofrecería una serie de conclusiones generales evidentes:
1. Los esfuerzos deben centrarse en el diseño de una estructura educativa orientada al aprendizaje por resolución de problemas, desde las etapas más tempranas a las aulas universitarias.
2. En la actualidad, el alineamiento tecnológico no debe incluirse en las políticas de Innovación, sino en todo caso de fomento y desarrollo. Los escenarios de acción deben diferenciarse con toda claridad.
3. Las inversiones en despliegue de procesos de Innovación deben centrarse fundamentalmente en procesos con el fin de elevar los niveles de competitividad, así como en productos, no necesariamente de raíz tecnológica, pero orientados al consumo interno en una primera fase con el fin de iniciar el desarrollo de unas plataformas empresariales propias.
4. La Innovación debe entrar en la Administración Pública como primer frente de batalla con el fin de garantizar que esta sea un ejemplo a seguir y no un obstáculo a evitar.

viernes, 17 de abril de 2009

WALLACE & GROMIT


Si pasan por Londres y además lo hacen acompañados de niños no deben perderse una visita al siempre increible Museo de la Ciencia y al monográfico dedicado a Wallace & Gromit: Un mundo de ideas geniales.
Inventos imposibles y otros no tanto, pero sobre todo mucha imaginación y un montón de actividades para los más pequeños.

domingo, 12 de abril de 2009

NECESIDAD Y PROSPECTIVA


El leit motiv de la Innovación es siempre la necesidad aunque este concepto puede tener distintas interpretaciones según el campo de actividad en el que nos encontremos. No es lo mismo la necesidad política que social o la cultural que la económica. En este último caso, la necesidad se traduce en diferenciación o, si prefieren, en algo tan prosaico como la fijación de precios.
En un escenario económico saturado, los niveles de diferenciación se ajustan hasta llegar al máximo nivel de indiferencia. En esta situación, no hay posibilidad de fijación de precios, sino más bien de destrucción de los mismos en búsqueda de unos márgenes de beneficio cada vez más exiguos. Es el momento de declinación total del escenario y de percepción real de necesidad de Innovación.
Pero la Innovación no actúa tan sólo en estos momentos extremos. Un proceso de Innovación se puede desencadenar por otros motivos que no sean la búsqueda de diferenciación.
La Innovación de Procesos casi siempre busca aumentar la productividad, es decir conseguir los mismos resultados a menor coste.
La Innovación puede buscar también la neutralización de la competencia, es decir hacerlo igual de bien aunque, en muchas ocasiones, fracasa por intentar hacerlo mejor en una situación de escenario maduro donde las grandes inversiones no están justificadas. Este tipo de Innovación trabaja fundamentalmente sobre los modelos de negocio o quizás también sobre el producto. Pero, en este último caso, es dudoso el grado de innovación conseguido ya que, en realidad, acostumbra a tratarse de upgrades más o menos maquillados.
En todos los casos anteriores, la Innovación, de acuerdo a su intensidad, es de carácter Incremental. La Innovación Radical o Disruptiva sólo actúa en situaciones singulares de necesidad de diferenciación, es decir cuando el objetivo es la generación de nuevos escenarios libres de competencia donde la fijación de precios esté garantizada y permita afrontar los costes de la colonización.
En cualquier caso, aquello que es obligado es el trabajo por escenarios y, en consecuencia, un dominio virtuoso de la Prospectiva Estratégica. Y esto es obligado tanto a nivel de corporaciones de sistema complejo, por ejemplo Indra, como a nivel de corporaciones que se mueven por operaciones de volumen, por ejemplo Renfe.

sábado, 11 de abril de 2009

ARGENTINA INNOVA



No acostumbro a hablar del movimiento innovador en America Latina y eso es injusto, por no decir otra cosa.
Aquí van unas imagenes de algunas innovaciones argentinas como el mouse para discapacitados o el Alliance Netshaper que permite optimizar el ancho de banda.

viernes, 10 de abril de 2009

VIRUS, BACTERIAS Y AUSTRALIANOS


Una vez más, reivindico una interpretación global del concepto de Innovación que vaya más allá del aparataje tecnológico y, aunque es prácticamente una causa perdida en este país, sigo insistiendo con obcecación.
A lo largo de mi vida profesional como mediador de andamio en estas cosas del cambio, he tenido oportunidad de asistir en vivo y en directo a numerosos episodios de esto que podríamos llamar “lo simple también es bello” o como acabar con una investigación tecnológica en dos patadas, una y dos.
Recuerdo un proyecto de investigación sobre sistemas de identificación para neonatos en centros hospitalarios, un problema discretamente silenciado, pero real. No se pueden ustedes hacer una idea de los casos de intercambio de recién nacidos por errores de identificación que se producen anualmente en todo el “mundo civilizado”, expresión esta que siempre me recuerda aquello de los dos mundos en el Imperio Romano, el mundo civilizado y los barbaros. Bueno, el caso es que el proyecto se complicaba por momentos al tener que armonizar diversos parámetros con el factor tecnológico, teóricamente esencial. Viabilidad económica, consecuencias colaterales en el uso de ciertas tecnologías, costes de cambio en el usuario, tecnologías facilitadoras, fondo cultural de la población y un largo etcétera que nos traía por la calle de la amargura. En esto llevábamos unos dos años, cuando un grupo de australianos disfrazados de canguro que apenas llevaban unos meses en un proyecto similar se les ocurrió que la solución pasaba por algo tan simple como el uso de tinturas naturales inocuas que permitían tatuar al neonato y desaparecían por sí solas al cabo de quince días. Y así, colorín, colorado el proyecto al baúl de los recuerdos.
Esta mañana leía una alerta periódica de innovaciones que recibo de More Inspiration y recordaba el caso de los tatuadores australianos. La innovación en cuestión es un ejemplo más de simpleza y elementalidad frente a la complejidad tecnológica de alguna investigación que con toda seguridad se encuentra en marcha. Ni más ni menos que el uso del cobre como inhibidor de virus y bacterias en los centros hospitalarios. Manillas de puertas, pomos, barandillas, asideros y un largo etcétera de objetos presentes en un hospital y que pueden ser auténticos polvorines. Simple, sencillo, barato y, sobre todo, eficaz. Una innovación basada en el conocimiento pasado.
Ya decía mi tía abuela que no me fiara de quien necesita una hora para explicar algo que puede resumirse en dos palabras. Moraleja: fíate de los australianos, son gente sencilla.

miércoles, 8 de abril de 2009

EL ENIGMA ZAPATERO


Dicen los argentinos que de esto saben mucho que después del miedo llega la ambición. Como conclusión de una observación empírica, resulta totalmente acertada. Pero quisiera matizar que la ambición no tiene porque tener siempre una connotación estrictamente negativa. La ambición es un componente esencial a la hora de afrontar retos sean políticos, económicos, sociales o estrictamente personales. Quizás el actual presidente del gobierno español tuvo miedo hace ya cinco años, pero no estoy seguro de que la ambición, en sentido positivo, haya llamado a su puerta.
Dicen que la política es apasionante, una droga que envuelve y jamás se olvida. A mi particularmente me aburre, al menos la que se practica en este país en los últimos años. Precisamente por ello, no acostumbro a realizar demasiados juicios de valor, ni en este blog, ni en cualquier otro espacio. Tanto es así que me sorprende que me encuentre escribiendo estas líneas, pero José Luis Rodríguez Zapatero es un personaje que me intriga desde hace ya algunos años. En realidad, al principio me intrigaba, pero a día de hoy más bien me inquieta. No sabría explicar la razón exacta de esta percepción, pero comenzó siendo un enigma y no he llegado a encontrarle solución.
Cuando los enigmas no consiguen descifrarse se acaban convirtiendo en mitos, pero lo que nunca hacen es evolucionar a secretos. Y sino que se lo digan a los nazis que se pasaron media guerra haciendo el panoli con su máquina de encriptación bautizada irónicamente Enigma. No voy a caer en la broma fácil de jugar con el talento y el talante, pero ciertamente hubo un tiempo, muy breve, en que conjugue ambas cosas al observar las decisiones del presidente del gobierno. Hoy, más bien presencio las indecisiones, disfrazadas de geniales improvisaciones, que salpican la solitaria figura de José Luis Rodríguez Zapatero.
El presidente ha acelerado la crisis de gobierno anunciada, dispuesto a que los recién llegados puedan comer con Montilla las monas por aquello de insistir en el mensaje si no le ha quedado suficiente claro. Pero, una vez más, el miedo no ha dado paso a la ambición, sino a medias tintas que hacen difícil leer el mensaje de fondo que intenta transmitir, si es que lo hay. Si me permiten una lectura telegráfica de lo acontecido…
• Pedro Solbes, desafortunado final para una brillante carrera de gestión.
• Elena Salgado, escasa cintura para driblar pese a su sobria elegancia.
• Manuel Chaves, dos por uno.
• José Blanco, la insoportable levedad del aparato.
• Ángel Gabilondo, el regreso a casa.
• Trinidad Jiménez, deudas contraídas.
• Ángeles González – Sinde, camino de Soria.
A primera vista, puede parecer que la crisis ha sido resuelta con habilidad y ambición. Pero un análisis más pausado ofrece un panorama dominado por el miedo a enmendar las frivolidades pasadas. Ángel Gabilondo devuelve a la Universidad al lugar de donde no debiera haber salido nunca y, menos aun, por una proclama de modernidad. Es un buen hombre en todos los sentidos y profundamente hegeliano. Desde aquí le deseo todo lo mejor en una cartera que arrastra las mayores deudas históricas de este país. Visto lo visto, el asunto no es compadecer a Cristina Garmendia por la pérdida de peso específico en el nuevo gobierno. Su ministerio debiera haber desaparecido después de una gestión breve, retórica y decepcionante. Y, más aún, en estos tiempos de contención, pero ya se sabe que reconocer los errores no es algo que se encuentre en el manual del político. Algo similar puede decirse de Vivienda, una cartera prescindible. Y qué decir del tristemente famoso Ministerio Mediático Fantasma de la Igualdad.
Como decía al inicio, la inquietud ha sucedido a la intriga. El enigma no ha dado paso al mito. Y el miedo acompaña a esa figura cada vez más triste y solitaria. Alguien que difícilmente llegará a conocer la auténtica ambición.

lunes, 6 de abril de 2009

EL CLIENTE MANDA

Las posibilidades de éxito de una innovación sea disruptiva o incremental no dependen tan sólo de la naturaleza intrínsecamente innovadora del producto o proceso en cuestión, sino también de otros muchos factores que podríamos llamar colaterales, no por su menor significatividad, sino por la poca atención que se les presta en muchas ocasiones.
Estos factores colaterales son de todo tipo, pero aunque parezca increíble los que se repiten con insistencia a la hora de explicar el fracaso o bajo impacto de una innovación son todos aquellos relacionados con el cliente o consumidor final. Desconocimiento de las preferencias o necesidades del cliente, ausencia de prospectiva sobre los requerimientos asociados a los costes de cambio del consumidor final, baja atención a la aceptación por el cliente en términos de diseño y un largo etcétera que se encuentra ilustrado por multitud de casos.

Sony subestimo las preferencias y necesidades de sus posibles clientes cuando desarrolló la Play Station 2 al incluir funciones de lector a su videoconsola. El negocio no era la maquina en sí misma, sino los juegos que debían abastecerla. La videoconsola tenía como misión construir una base instalada, el negocio llegaría más tarde. Pero las previsiones se cumplieron sólo a medias ya que el precio de su maquina era más asequible en esos momentos que adquirir un reproductor de DVD. Muchos consumidores llegaron a esa conclusión y la base no aportó la potencialidad para desarrollar el auténtico negocio que eran los video juegos, al menos bajo las previsiones iniciales.

El stick es un formato de estuchado para el azucar totalmente innovador. Aporta ventajas de almacenamiento y, sobre todo, de manipulación por el cliente ya que este se ahorra hasta dos de tres pasos con respecto al estuchado tradicional de sobre. No hay que agitar, abrir y voltear. Solamente es necesario abrir. Pero los consumidores continuan prefiriendo el sobre y hasta aquellos que utilizan el stick reproducen los tres pasos tradicionales, invalidando la innovación. La explicación no es otra que la negativa del consumidor a hacer frente al coste de cambio de la rutina.

domingo, 5 de abril de 2009

DISRUPTIVE INNOVATION y CONSEJEROS DELEGADOS


El concepto de Innovación Radical – Disruptive Innovation – fue acuñado por Clayton Christensen en 1997 a propósito de lo que denominó tecnologías quebrantadoras en su ensayo “El dilema del innovador”. En pocas palabras, Christensen venía a afirmar que la muerte súbita de muchas corporaciones de éxito llega por no saber detectar la inminente entrada de una innovación radical que cambia el modelo de negocio. Existen multitud de ejemplos que parecen confirmar esta teoría. Desde el clásico error estratégico de Big Blue – IBM que abrió las puertas a Microsoft& Intel a la desventurada historia de Marks & Spencer en el polo opuesto de la actividad económica.
El concepto de Disruptive Innovation se ha asentado con fuerza en las Escuelas de Negocios, hasta el punto de que la taxonomía actual de innovación describe dos grandes episodios de innovación posibles: incremental o radical. Sin embargo, pese a que cualquier corporación desearía protagonizar una innovación radical histórica, son muy pocas las que se atreven a intentarlo por los riesgos que conlleva y las desviaciones que implica con respecto a la estrategia corporativa normalizada. Si unimos esto a una situación económica adversa como la actual, la conclusión es evidente: no corren buenos tiempos para la Innovación en general y más aun para la Innovación Radical en particular.
Una Disruptive Innovation exige una percepción de la gestión del riesgo muy específica acompañada de la vigilancia permanente de oportunidades impredecibles que den lugar a procesos emergentes totalmente nuevos. En estas circunstancias, es necesario desarrollar una estrategia paralela a la corporativa convencional con el coste añadido que ello supone y el dudoso retorno que se pueda producir. Las innovaciones radicales no generan beneficios significativos a corto plazo, entre otras cosas, por el cambio radical que supone en el comportamiento del cliente final y eso es algo que pocos se pueden permitir hoy en día. Las innovaciones disruptivas no sólo suponen el cambio total en los hábitos de clientes y consumidores, sino también en la escala, eficiencia, diseño y gestión general. Esto es algo que no se consolida de un día para otro y, menos aun, se convierte en fuente de valor continuada.
Las claves para aspirar a convertirse en protagonista de una innovación disruptiva son múltiples y asociadas a todos los frentes. Pero, de partida, es necesario contar con una organización ambidiestra que sepa jugar por la derecha y por la izquierda, manteniendo los convencionalismos y las claves del éxito anterior, pero acertando a gestionar el talento estratégico a largo plazo. Y esto, como en el futbol, depende muy mucho del entrenador, es decir del alto staff directivo de la organización y fundamentalmente del consejero – delegado.
Si estos son malos tiempos para la Innovación en general en este ancho y profundo mundo, lo son aun más en España porque a la incertidumbre general hay que sumar la sensación de fracaso después del milagro. Nuestros consejeros – delegados no son ni peores ni mejores que los argentinos, suecos o ucranianos. Pero cuentan con una experiencia poco recomendable para estos tiempos como es la estabilidad y facilidad para cumplir y superar expectativas, algo que ha dominado su gestión en la última década. Son gente de éxito y, en consecuencia, personajes poco acostumbrados a buscar el éxito. Esto no los hace ni peores, ni mejores, simplemente inoportunos.

viernes, 3 de abril de 2009

WHAT CRISIS?


Dicen que hoy empiezan las vacaciones de Semana Santa y este es el aspecto de Barajas.

jueves, 2 de abril de 2009

MERECE LA PENA INNOVAR


Tengo que confesar que me ha sorprendido la acogida que ha tenido mi post de ayer Los que van a innovar te saludan. Primero porque me confirma que podríamos llevar adelante la sentada frente a la Moncloa con los casi mil visitantes que ha tenido el artículo en un día. Después porque, al fin y al cabo, la innovación sigue interesando en este país por mucho que se empeñen en aburrirnos políticos y conferenciantes profesionales. Y finalmente, porque uno tiene su pequeño ego y le gusta ver que se visita al Viajero. En fin, gracias a todos los visitantes que siempre son bienvenidos.
Ayer comenzaba con la pregunta ¿merece la pena innovar?, para dar paso, a continuación, a la ironía como válvula de escape a tanto desatino. Hoy voy a contestar a la cuestión de forma más directa.
Sí, merece la pena o, al menos, eso dicen el 87% de los que han probado a hacerlo. Los beneficios no son siempre económicos, al menos directamente. Pero, entre las razones aportadas, las hay para todos los gustos. A continuación, extracto algunas de las que han manifestado mis clientes y amigos.
1. Innovar nos ha permitido no sólo transformar procesos obsoletos, sino también algo más importante como es sentirse equipo y comprobar que podemos trabajar juntos en otras cosas que no sean nuestras rutinas diarias. Nuestro tono emocional ha mejorado.
2. Hemos aprendido el valor de la incertidumbre y un nuevo enfoque de los problemas. Quizás la próxima ocasión en que sea necesario afrontar un cambio no haya que gastar tantas fuerzas en convencer a la gente de su necesidad. Y esto también es valor.
3. Todavía nos parece increíble. Hemos pasado de fabricar productos con destino a un mercado muy saturado a centrarnos en tan sólo dos nuevas líneas que, no solamente están teniendo una gran aceptación, sino que carecen de competencia a medio plazo. Sinceramente, nos ha salvado.
4. Había leído muchas cosas sobre la gestión del talento, pero hasta que no inicias un proceso de cambio y activas tus habilidades creativas, no llegas a ver con claridad el filón de talento que tienes a tu alrededor.
5. Disfrutamos y eso ya es mucho en estos tiempos. Merece la pena intentarlo.

Parece un extracto de uno de esos anuncios televisivos de las dos y cuarto de la madrugada que presentan un artilugio aeróbico que cambiará tu vida. Pero es así, qué le vamos a hacer. La creatividad la llevamos en la sangre y si no que se lo pregunten a Josep Maria Lloreda, hijo de Jaume Lloreda, artífices ambos de uno de los ejemplos más curiosos de porque merece la pena innovar: KH Lloreda. Una empresa familiar nacida en 1949 en Canovelles, Barcelona.
Nacemos con un potencial de Inteligencia Creativa increíble, sólo hay que preguntarse por qué un adulto identifica el símbolo 3 como un tres y un niño de dos años te dice que es un croissant.
Sinceramente: Merece la pena innovar.

miércoles, 1 de abril de 2009

LOS QUE VAN A INNOVAR TE SALUDAN


¿Merece la pena innovar?
Parece que así es o, por lo menos, eso dicen cientos de informes, ensayos, discursos de políticos plenipotenciarios, miles de anuncios oficiales en prensa y hasta Mari Loli que se lo contó a su vecina Kuki. Pero hay algo que no encaja porque en este país todo el mundo dice que quiere innovar, pero cuando se hacen las cuentas, desaparece hasta el más osado y te quedas con un noruego de faralaes que pasaba por allí.
Sinceramente, yo cada día entiendo menos, tanto es así que veía más ocupación y menos preocupación innovadora hace diez años cuando la fiebre de la cualita y las pelis de Almodóvar estaban en plena efervescencia. ¿Cuáles pueden ser las causas de todo esto? Podrían dar para todo un ensayo de novecientas paginas, índice incluido, pero me voy a quedar con las más evidentes y cañí (con permiso de Pascual Marquina) de forma abreviada:
1. La tremenda complejidad semántica del término Innovación: la usa todo hijo de vecino, pero es difícil encontrar a más de tres que entiendan lo mismo.
2. El aburrimiento y letargo que provoca tanto “divulgador” de las excelencias por aquello de “crear cultura”. Tanto es así que el que oye la palabra “innovación” corre a esconderse en el primer portal que pilla disfrazado de Sacarino.
3. La insistencia en ofrecer ayudas a las pymes sin ton ni son, sin planeamiento estratégico y sin implicación real de los organismos intermedios, auténticos mediadores.
4. La cabezonería baturra de ciertos expertos en continuar identificando innovación con I+D+i de forma exclusiva, cargándose de golpe las oportunidades de innovación en procesos y modelos de negocio de pequeñas y medianas empresas que se sienten incapaces de ir más allá del CRM sin sentirse Mortadelo &Filemón.
5. La incertidumbre que provoca la coyuntura actual convenciendo a la mayoría de las empresas de que están de puta por rastrojo que decía mi tía abuela, es decir reestructuración, reducción, redimensionamiento, reajuste y fuera la maquina del café.
6. El castizo reto de los requerimientos burocráticos para acceder a la más mínima ayuda. De hecho, mi empresa se ha pasado seis meses recolectando papeles para conseguir una ayuda de 300 euros por actualización de sistemas de gestión. Al final, hemos llegado a la conclusión de que nos ha costado más el papeleo que la factura informática y aburridos le hemos dicho bye-bye al funcionario.
7. El cachondeo que se traen algunos consultores reconvertidos , ocupadísimos en vender proyectos de innovación a 10.000 la pieza al amparo de las convocatorias públicas como si de los puestos de la Cuesta de las Perdices se tratará.
8. La extraña aprensión de las corporaciones por todo aquello que suene a nacional y de mediano tamaño confundiendo una mediación en innovación con un crucero de lujo.
9. La drogodependencia del corto plazo que aflige al empresario antes, durante y después de la crisis.
10. El olvido de la Creatividad en toda esta historia por aquello que es asunto de comediantes, tunantes y gentes de mal vivir.
Si continuamos así, será cuestión de hacer una quedada frente a la Moncloa y gritar todos a una aquello de: ZP los que van a innovar te saludan.

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