miércoles, 14 de diciembre de 2011

CAMPS REVIEW - ENTRE IMBECIL E IDIOTA


El señor Camps ha vuelto a los titulares ahora que los conejos campan a sus anchas por el International Airport of Castellon y un servidor rescata un viejo post que publicó hace ya un año...que lo disfruten.

CAMPS: ENTRE IMBECIL E IDIOTA

¿Existe un mínimo de CI (coeficiente de inteligencia) que nos aleje de las brumosas fronteras de la idiotez o, al menos, nos mantenga en la tediosa y segura mediocridad?
Al parecer, existe una respuesta, pese a la complejidad de la pregunta. Y no solamente eso, hasta se registra un apreciable consenso a la hora de establecer un gradiente valorativo a partir de las distintas puntuaciones obtenidas en los test de Inteligencia. Así, quienes obtienen 150 o más son considerados Superdotados, 130 otorga la categoría de Nivel de Inteligencia Muy Superior. Obtener una calificación entre 120 y 129, asegura ser definido como de Inteligencia Superior, mientras que 110 – 119 tan sólo asegura una calificación de Inteligencia Brillante por encima de lo normal. Entre 90 y 109 nos movemos en los límites de lo simplemente calificado como Normal. A partir de ahí, las cosas se ponen difíciles. Así, por ejemplo una calificación que oscile entre 70 – 89 empieza a ser sospechosa. Moverse en un 60 – 70 significa ser calificado como Retrasado Mental, si la puntuación desciende hasta los 50, el término Retrasado se acompaña del adjetivo Grave. Finalmente, los Imbéciles se sitúan entre los 50 y 25, y los Idiotas de ahí para abajo. En cualquier caso, siempre existe la posibilidad de argumentar aquello de un mal día lo tiene cualquiera.
Es probable que alguien se pregunte si es posible alcanzar puntuaciones por encima de los 180 o 200. No sólo es posible, una mujer detenta el record mundial medido con 228 de C.I. En cualquier caso, parece ser una persona normal que disfruta de un trabajo normal en una revista normal, es decir no hablamos de un genio.
¿Cómo habría que calificar al atribulado y perseguido Francisco Camps?
El presidente de su partido nos puede ayudar a la hora de buscar la respuesta con sus últimas y tibias manifestaciones al respecto: "Creo que afecta a la inteligencia el decir que alguien se va a vender por tres trajes.”
Estoy totalmente de acuerdo con usted Don Mariano, pero el problema es que todo apunta a que la relación entre El Bigotes y Camps iba más allá de alguna partidita de subastado. En el fondo, creo que lo que más le duele a Don Mariano de toda esta historia, es la ausencia total de inteligencia por parte del delfín mediterráneo. Pero ya sabe usted Don Mariano que la pernera es débil y la tentación fuerte; le queda el consuelo de que otros vendieron a su hermano por un miserable plato de lentejas pardinas.
En otro orden de cosas, puestos a pedir, podía haber pedido un bentley o una villa en las Fidji con criados de Antequera porque, la verdad, entre nosotros Don Mariano, a este chico los trajes le sientan peor que a Tarzán en carnavales. El que no tiene percha ya se sabe.
En cualquier caso, para la próxima, si es que la hay, el bueno de Paquito debiera pedirle al Bigotes dos o tres pares de zapatos en condiciones, a ser posible de John Lobb. Porque, de verdad, da pena el muchacho. Una cosa es no tener cuerpo gitano y, otra muy distinta, ser un poco guarrete. Muchacho, si no calzas bien Sebago o Castellano, por lo menos dales betún a los ladrillos de vez en cuando.
En fin, volviendo a la pregunta que nos ocupaba: ¿Cómo habría que calificar al atribulado y perseguido Francisco Camps en la escala de inteligencia?
Sinceramente y sin ánimo de ofender, creo que estaría situado entre imbécil e idiota, ahora, eso sí, sin maldad.
Que ustedes lo disfruten y, ya saben, si necesitan alguna fruslería, llamen al Bigotes.

Se me olvidaba...
No hagan mucho caso del concepto de CI - Coeficiente Intelectual. La realidad demuestra que los brillantes acostumbran a ser imbeciles y que los que - desafortunadamente - denominan Retrasados Mentales acostumbran a ser personas con alguna discapacidad, pero con otras capacidades que sobrepasan al común de los mortales y es que en esto del CI hay gato encerrado.
Ahora sí..
Que disfruten.

7 comentarios:

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Es impresionante ver con qué prestancia está sentado en el banquillo, como si el acusador fuese él.
País... que diría Forges.
Un abrazo.

Fernando López dijo...

Lo peor de todo es que insultar la inteligencia de los demás también puntua en eso del coeficiente.
Un abrazo

Caminante dijo...

Javier
Efectivamente y esto quiere decir que o bien es más inocente que un infante imberbe o bien su grado de egocentrismo es sumo.
Cuidate

Caminante dijo...

Fernando
Je-je....la relación es impepinable así que nosotros también debemos tener algo de idiotas...
Cuidate

Enrique Hormigos dijo...

En el año 91, cuando empecé a trabajar como dibujante en la redacción de un diario de valencia, el amigo era cariñosamente conocido entre la tribu periodístico-parlamentaria y sus colegas de partido con el visionario Forrest Caaaaamps.

Y dijo visionario porque fíjate tú que ya no es que se haya demostrado científicamente que es tonto, es que se ha demostrado que es ACOJONANTEMENTE tonto.

Y encima, corre que da pena y no tiene ni puta idea de jugar al ping-pong...

Enrique Hormigos dijo...

En el año 91, cuando empecé a trabajar como dibujante en la redacción de un diario de valencia, el amigo era cariñosamente conocido entre la tribu periodístico-parlamentaria y sus colegas de partido con el visionario apodo de "Forrest Caaaaamps".

Y dijo visionario porque fíjate tú que ya no es que se haya demostrado científicamente que es tonto, es que se ha demostrado que es ACOJONANTEMENTE tonto.

Y encima, corre que da pena y no tiene ni puta idea de jugar al ping-pong...

Caminante dijo...

Hola Enrique
Gracias por pasarte y dejarnos tan sabrosas revelaciones...no andabamos descaminados.
Un saludo

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