lunes, 23 de enero de 2012

ESOS ALEMANES...


El Barómetro de financiación de la innovación en Europa, elaborado por ACG, ofrece un dato revelador: el 57% de las empresas españolas consideran que la I+D es una estrategia clave para desarrollarse. Sin embargo, la realidad ofrece un panorama ciertamente desolador: España cuenta con 13.000 empresas en “innovación activa” cuando debiéramos alcanzar una cifra cercana a las 50.000 para poder afrontar con garantías los retos de competitividad e internacionalización que tenemos pendientes.

La brecha es significativa pero lo puede ser aún más si continuamos en nuestro empeño de traducir el concepto de “innovación” en términos exclusivos de desarrollo tecnológico e investigación, factores que exigen niveles de financiación y asunción de riesgos lejanos a los modelos estables de gestión de los cuadros directivos españoles. Si además caemos en la cuenta de que el tejido empresarial español se basa en una estructura de pequeñas y medianas empresas, la cuestión pasa a convertirse en uno de esos retos que acaban por convertirse en leyendas.

Son muchas las voces que llevamos años clamando en el Desierto de las Bardenas y ocasionalmente en Los Monegros sobre la miopía empresarial a la hora de percibir la “innovación” desde una perspectiva integral en la que las personas protagonizan el auténtico valor estratégico de una empresa. Los últimos informes que nos llegan coinciden en afirmar que Alemania parece ser el ejemplo a seguir, un país que confía en la Innovación como su principal activo. La noticia no parece tener nada de nuevo, si no fuera por la concepción que las empresas alemanas tienen del fenómeno.

Los alemanes entienden la Innovación como el producto final de un proceso articulado en torno a las personas y que potencia su carácter emprendedor, entendiendo por ello su capacidad para detectar oportunidades y enfrentarse a los problemas a partir de la activación de su Talento y Creatividad. No es que hayan descubierto la pólvora, simplemente han aplicado algo tan sencillo como el sentido común y, a la vista de los resultados, parece que han dado en el clavo. Mientras tanto, nosotros continuamos discutiendo sobre si debiéramos utilizar un martillo de mocheta o quizás fuera mejor uno de bola para dar en el clavo, pero, ¡eso sí!, robotizado, por supuesto, ya se sabe que esto de la tecnología…Llegará el Quinto Centenario del 98 y seguiremos en la misma, aunque siempre nos queda el consuelo de recordar el autogiro de De la Cierva o el submarino de Peral sin olvidarnos del Espadón de Loja.

No le demos más vueltas…

El principal activo de una empresa son sus personas pese a que algunos se empeñen en continuar con la matraca de los corrientes, menos corrientes, funcionales y la madre que los parió. El principal activo de las personas es su talento, su capacidad de enfrentar problemas, detectar y generar oportunidades, crear, compartir, soñar, pelear, insistir y, en definitiva, ser cada día un poco mejores y, en consecuencia, un poco más felices. Lo demás, diga lo que diga el Anuario Zaragozano del Buen Empresario, son pamplinas y retórica de reunión de pastores todas las ovejas al agua.

Continuar defendiendo que el valor real de las personas es su fuerza de trabajo puede resultar muy ortodoxo pero no deja de ser una valoración indignante desde el punto de vista marxista – capitalista y una gilipollez tamaño cuadro desde un punto de vista de economía real.

Mantener el discurso de que el talento y el conocimiento de las personas configuran el capital intangible de una empresa, puede resultar muy californiano, pero no deja de ser una estupidez tamaño mural. Las personas no son invisibles, pellizque, pellizque que ya vera como se quejan.

Podremos reírnos con aquello de la cabeza cuadrada y la patata cocida con salchicha y col, pero la realidad es la que dicta el veredicto: las personas o nada.

12 comentarios:

Katy dijo...

Las cifras hablan por si solas, y los resultados tienen la última palabra. Y a la luz de tu post no hacen falta más palabras.
Un abrazo y buena semana

B.Sanz dijo...

Amigo, ahí le has dao......
Además del talento y de la creatividad, los alemanes están forjados a base de método.
Hace mucho tiempo que entendieron que el futuro está en las personas y que cada uno en su profesión, tanto si eres ingeniero como fontanero, debe aportar talento, método y rigor.
A la vista están los resultados.
Buena semana.

Caminante dijo...

Hola Katy
Sí desgraciadamente es así de rutundo.

Caminante dijo...

Hola Beatriz
Qué te voy a decir que no sepas...
Nos separa algo más que algunos cientos de kilometros.
Cuidate

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Lo cierto en que casi siempre nos quedamos con lo superficial. Que si los alemanes son muy alemanes, que si los americanos están muy gordos... Eso dicho con una faria bien empalada con un palillo... plano queda de muerte, mientras lanzamos un órgado al mus con los amigotes (y trago de Soberano).
Es otra forma de ver la vida que no se nos va a pasar tan facilmente.
Un abrazo.

Caminante dijo...

Hola Javier
Nunca mejor descrito, ni Berlanga,ja-ja aunque de risa tiene poco, pero bueno...algún día reaccionaremos.
Cuidate

Fernando López dijo...

Como dices en uno de los comentarios, nos separa algo más que kilómetros de nuestros primos del norte. Lo que ya no tengo tan claro es que queramos realmente parecernos o ponernos a su nivel porque como dice Javier con una faria, un palillo y la copa de soberano se ve el mundo de otra manera.
Un abrazo

Caminante dijo...

Hola fERNANDO
Pues no nos va a quedar otra, o eso o ni para farias y palillo que dice Javier.
Cuidate

Astrid Moix dijo...

Personalmente creo que el éxito alemám (que también tiene su lado oscuro, no creas) se debe a una combinación de factores socio-culturales (orientación al largo plazo, interiorización de las normas, poca tolerancia ante la incertidumbre que lleva a extremar el método, etc) pero también estructurales. Las empresas son más grandes, los equipos mayores y los presupuestos permiten más investigación. Porque seamos realistas, las empresas españolas son MUY pequeñas. Tan pequeñas que la mayoría no tienen ni empleados (54%) o muy pocos (41% con menos de 10 trabajadores). Con esos recursos (sí, también humanos) pocas alegrías innovadoras nos podremos permitir ...

Caminante dijo...

Hola Astrid
Totalmente de acuerdo en todo lo que dices...pero salvando la escala, el espíritu es un modelo no a seguir, pero sí, al menos, para reflexionar y hacernos cambiar actitudes que no nos conducen a ninguna parte.
Soy consciente de mi educación germana, pero...
Cuidate

echar un remiendu dijo...

Me encantó el post, y en especial: "Las personas o nada"

Televisores dijo...

Las cifras muestran una realidad mas que notoria y de alguna manera respetable por que valoran el sentido del trabajo para, no para ser subordinados, si no para valorar un sentido de superación.

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