miércoles, 25 de enero de 2012

NO QUEDA OTRA


La recesión ha regresado, las previsiones de crecimiento han desaparecido, al menos para los próximos dieciocho meses. Las llamadas “medidas de ajuste” están por llegar una vez pasen los comicios andaluces por aquello de guardar las apariencias y ver si esta vez es la vencida. El desfase presupuestario lejos de equilibrarse se disparará. Quizás medio millón más de personas pasen a engrosar las filas del paro. La segunda acometida a la reforma del sistema financiero esconde sorpresas desagradables. Suma y sigue…

La contracción crediticia continuará, la demora en los pagos de las administraciones públicas, como poco, se mantendrá en los parámetros actuales. La caída del consumo será más acentuada. La presión impositiva aumentará con toda seguridad aunque vaya acompañada de la coletilla “transitoria”. El ritmo de destrucción del tejido empresarial se incrementará con lo que, paralelamente, aumentará el descenso de consumo intersectorial. Suma y sigue…

Adiós economía de escala, maquetas, legos y la madre que lo parió.

Llegados a este punto, tan sólo queda encomendarse a Santa Rita por aquello de que lo que se da, no se quita o bien, siendo más sensatos, admitir que lo que nos queda son las PERSONAS.

Que necesitamos más investigación, ya lo sabemos. Que debemos incrementar nuestra inversión tecnológica, no cabe duda. Que debemos confiar más en la innovación, suena ya a rayado. Pero, tal como las pintan, hoy por hoy, aquello que podemos activar de forma inmediata son las PERSONAS. El objetivo no es otro que generar valor, incrementar nuestra productividad y disponernos a ser considerablemente más competitivos.

¿Demagogia populista?

No, nada más lejos de la realidad. Alineemos a las PERSONAS con la urgencia estratégica: productividad, competitividad y, en definitiva, valor.

Todo ello no conlleva necesariamente producir más, venderlo más barato y, de paso, intentar que no se note que quizás nuestros niveles de calidad se resientan. Menos aún se trata de reducir nuestros niveles productivos, aligerar nuestras plantillas, recortar gastos que, sin ser superfluos, pueda correrse el riesgo de ahorrárselos y, de paso, contratar a dos o tres magdalenas especializadas.

Es más sencillo que todo eso…

Su empresa, no lo dude, tiene un montón de pequeños problemas acumulados, llamémosles chapuzas. También atesora un buen número de problemas de cierta envergadura cuya solución, por una u otra razón, se han ido relegando una y otra vez. Finalmente, aunque usted no lo crea, la deprimente situación de su entorno de actividad ofrece un número limitado de oportunidades que, a poco que lo intentemos, se harán visibles.

¿Le parece poca tarea?

Déjese de externalizar, contratar asesores o gastarse el dinero en consultoras especializadas de a doscientos la hora. Tiene todo lo que necesita: las PERSONAS. Si es el caso, ayúdese de profesionales contrastados que pongan a punto la estrategia: método y estructura.

Comience por un Mapping sistemático de su organización que permita, a continuación, desplegar un proceso de prospectiva con el fin de establecer con nombre y dos apellidos el conjunto de problemas, chapuzas y oportunidades que su empresa atesora. A continuación construya su Road- Mapping y desarrolle una estructura en Red que permita trabajar a las PERSONAS de forma flexible y eficaz. Por último, introduzca el método estandarizado para toda la empresa.

Tenga por seguro una cosa: ¡va a generar valor!

¿Cuánto?

Una estimación razonable sería decir que por cada euro que usted invierta en este proceso va a obtener, al menos, dos…

Y, además, tiene usted asegurado un bonus singular: pool position cuando las cosas se calmen y volvamos a la senda del crecimiento.

Esto es así…

Sus PERSONAS, sus chapuzas, sus problemas y sus oportunidades.

No queda otra

lunes, 23 de enero de 2012

ESOS ALEMANES...


El Barómetro de financiación de la innovación en Europa, elaborado por ACG, ofrece un dato revelador: el 57% de las empresas españolas consideran que la I+D es una estrategia clave para desarrollarse. Sin embargo, la realidad ofrece un panorama ciertamente desolador: España cuenta con 13.000 empresas en “innovación activa” cuando debiéramos alcanzar una cifra cercana a las 50.000 para poder afrontar con garantías los retos de competitividad e internacionalización que tenemos pendientes.

La brecha es significativa pero lo puede ser aún más si continuamos en nuestro empeño de traducir el concepto de “innovación” en términos exclusivos de desarrollo tecnológico e investigación, factores que exigen niveles de financiación y asunción de riesgos lejanos a los modelos estables de gestión de los cuadros directivos españoles. Si además caemos en la cuenta de que el tejido empresarial español se basa en una estructura de pequeñas y medianas empresas, la cuestión pasa a convertirse en uno de esos retos que acaban por convertirse en leyendas.

Son muchas las voces que llevamos años clamando en el Desierto de las Bardenas y ocasionalmente en Los Monegros sobre la miopía empresarial a la hora de percibir la “innovación” desde una perspectiva integral en la que las personas protagonizan el auténtico valor estratégico de una empresa. Los últimos informes que nos llegan coinciden en afirmar que Alemania parece ser el ejemplo a seguir, un país que confía en la Innovación como su principal activo. La noticia no parece tener nada de nuevo, si no fuera por la concepción que las empresas alemanas tienen del fenómeno.

Los alemanes entienden la Innovación como el producto final de un proceso articulado en torno a las personas y que potencia su carácter emprendedor, entendiendo por ello su capacidad para detectar oportunidades y enfrentarse a los problemas a partir de la activación de su Talento y Creatividad. No es que hayan descubierto la pólvora, simplemente han aplicado algo tan sencillo como el sentido común y, a la vista de los resultados, parece que han dado en el clavo. Mientras tanto, nosotros continuamos discutiendo sobre si debiéramos utilizar un martillo de mocheta o quizás fuera mejor uno de bola para dar en el clavo, pero, ¡eso sí!, robotizado, por supuesto, ya se sabe que esto de la tecnología…Llegará el Quinto Centenario del 98 y seguiremos en la misma, aunque siempre nos queda el consuelo de recordar el autogiro de De la Cierva o el submarino de Peral sin olvidarnos del Espadón de Loja.

No le demos más vueltas…

El principal activo de una empresa son sus personas pese a que algunos se empeñen en continuar con la matraca de los corrientes, menos corrientes, funcionales y la madre que los parió. El principal activo de las personas es su talento, su capacidad de enfrentar problemas, detectar y generar oportunidades, crear, compartir, soñar, pelear, insistir y, en definitiva, ser cada día un poco mejores y, en consecuencia, un poco más felices. Lo demás, diga lo que diga el Anuario Zaragozano del Buen Empresario, son pamplinas y retórica de reunión de pastores todas las ovejas al agua.

Continuar defendiendo que el valor real de las personas es su fuerza de trabajo puede resultar muy ortodoxo pero no deja de ser una valoración indignante desde el punto de vista marxista – capitalista y una gilipollez tamaño cuadro desde un punto de vista de economía real.

Mantener el discurso de que el talento y el conocimiento de las personas configuran el capital intangible de una empresa, puede resultar muy californiano, pero no deja de ser una estupidez tamaño mural. Las personas no son invisibles, pellizque, pellizque que ya vera como se quejan.

Podremos reírnos con aquello de la cabeza cuadrada y la patata cocida con salchicha y col, pero la realidad es la que dicta el veredicto: las personas o nada.

miércoles, 18 de enero de 2012

RECURSOS HUMANOS Y EMPRENDIMIENTO, LA NUEVA CAJA DE PANDORA


Dicen que el último en llegar paga, pero en este caso el primero ha sido quien ha pagado el pato. Hablamos del Emprendimiento Interno, esa olvidada variante de una palabra que comienza tomar cuerpo peligrosamente como una de las formulas mágicas contra la crisis, depresión, recesión o como demonios se llame este estado de postración.

Cada cual entiende el circo a su forma y manera, pero España ha construido una curiosa percepción del término “emprendedor”: persona que se atreve a crear una empresa. Atendiendo a esta interpretación, nuestro problema en estos momentos se traduce en una aguda tendencia al “desemprendimiento” acelerado. Quizás esta sea la razón por la que el actual gobierno fía tanto al desapalancamiento en forma de emprendimiento galopante. En el pasado fueron los videoclubes y las tiendas de todo a cien. Quizás le toque el turno a los streamingclubes o, vaya usted a saber, las peluquerías zen pueden llegar a convertirse en las startup patrias. En cualquier caso, si esto ocurre, vamos aviados o lo que es lo mismo, la habremos vuelto a pifiar.

El emprendedor puede tener muchas características, pero, por encima de todas ellas, debe poseer un mínimo de Inteligencia Estratégica. Es decir, capacidad para detectar problemas y oportunidades planteándose nuevas soluciones que conduzcan al éxito en términos de generación de valor. Los problemas no son otra cosa que situaciones desconocidas en su solución y lo mismo puede decirse de las oportunidades. En consecuencia, la respuesta a un problema u oportunidad pasa por generar nuevas ideas que acaben convirtiéndose en soluciones de éxito. Como ya habrá supuesto, la línea que separa al Emprendimiento de la Innovación es aún más delgada que la que diferencia el heroísmo de la cobardía. No es nada nuevo, Schumpeter ya lo dejó más claro que el agua de Mondariz en su Unternehmergeist o Espíritu Emprendedor, como se prefiera.

Uno de los problemas genéricos de este país, uno de los muchos aunque no tantos como la gente piensa, es descubrir el verdadero valor del Emprendimiento como factor crítico de crecimiento económico. Pero no sólo en términos de espíritu empresarial, sino también, más importante si cabe, como expresión definitiva del tan traído y llevado Talento que deben mostrar y demostrar las personas de una organización, es decir el Emprendimiento Interno. Podemos hablar de Calidad, Mejora Continua, Innovación y Teletransportación, pero si no tenemos claro que en la base de todo ello se encuentra el Emprendimiento de las personas, es dudoso que podamos evitar la segmentación, tabicación y, en consecuencia, disgregación de nuestros esfuerzos en la gestión del cambio traducido a valor estratégico. De momento, los logros son parcos. Existen pequeñas, medianas y grandes empresas que hacen del Emprendimiento Interno su bandera, el nexo que puede integrar todas esas iniciativas en una sola corriente de gestión, pero, hoy por hoy, son atolones en un océano demasiado extenso y poco azul. Producir para hoy es crucial, pero hasta que no caigamos en la cuenta de que descubrir cómo poder producir mañana resulta vital, poco o nada avanzaremos en este camino.

¿Y quién le pone el cascabel al gatito?

No hay que darle muchas vueltas, resulta evidente. Sólo puede ser ese departamento, dirección o área que mantiene contra viento y marea una denominación de origen surgida allá por las glaciaciones. Efectivamente, hablamos de Recursos Humanos porque, nos guste o no, está llamada a ser el área estratégica de gestión, aquella que debe poner orden en el alineamiento de los activos empresariales para conseguir su mayor eficacia y eficiencia en la consecución de valor sostenido. Si quieren comenzar por algún sitio, empiecen por replantearse los RRHH de su organización. Sitúen allí su mayor talento. Potencien su protagonismo. Desarrollen su capacidad de integración. En una palabra, sean emprendedores, asuman el riesgo calculado y comenzarán a obtener resultados visibles en un plazo más breve del que suponen. Los RRHH son la caja de Pandora que nunca quisieron abrir, pero en estos tiempos la incertidumbre sólo puede combatirse con más incertidumbre traducida en oportunidad.

Comenzaba citando a Schumpeter, permítanme concluir con una de sus frases más solemnes: nada es tan traicionero como lo obvio.

domingo, 15 de enero de 2012

POR FIN: ¡LA INNOVACIÓN HA PASADO DE MODA!


La grandeza de la Innovación comienza desde su humilde estructura fonológica. Rotunda, explosiva, categórica, firme, decidida…

En una palabra, como diría el docto de tertulia de Gran Café: biensonante.

Pero esta grandeza esconde también un cumulo de trampas y enigmas de difícil solución. No hay que alejarse de la esfera lingüística para encontrarse con los primeros inconvenientes en el nivel de la semántica léxica de la palabra en una lengua natural. Los pastores del navarro valle de Aezkoa no andaban descaminados cuando, en su sabiduría popular, crearon el viejo dicho que ya anunciaba que “todo lo que tiene nombre existe” . La palabra es un símbolo asociado a una realidad del entorno en el que se desenvuelve nuestra actividad cognitiva. La palabra es la estrategia de un cerebro que trabaja con imágenes y emociones, pero también es la expresión de un consenso cognitivo alcanzado entre todos aquellos que han vivenciado un objeto o fenómeno. Acuerdo generado en la necesidad de la comunicación y el intercambio de conocimiento como fuente de creación de nuevo y más valioso conocimiento. Pero todo esto, como frecuentemente ocurre en este planeta, está sujeto a varianza y confirmación de la excepción que, por otro lado, nos permite continuar avanzando, es decir innovando.

Cuando los consensos cognitivos se generalizan y existe un deseo de preservarlos y transmitirlos al futuro inmediato, se crea la DEFINICIÓN que, al poco de nacer, traiciona su objetivo inicial para tornarse intolerante, totalitaria, sectaria y restrictiva. Es el caso de las definiciones lexicológicas que, persiguiendo la máxima audiencia y comprensión, acaban por convertirse en paradigmas de ambigüedad calculada. Cuando alguien reprende a su vástago por enésima vez en las mismas circunstancias, sólo puede interpretarse como un hábil ejercicio de desobediencia civil en el ámbito familiar. Cuando la definición lexicológica o de diccionario queda desbordada por la necesidad de alcanzar niveles intencionales, ostensivos, operacionales o incluso circulares, sólo puede interpretarse como la constatación de un grave conflicto de intereses cognitivos. Pero cuando la situación desborda el ámbito de la inteligencia constructiva para adentrarse en los cenagales de la Inteligencia Ratera, eso, sólo puede significar que la palabra se encuentra en grave peligro, la peor de las amenazas: el saco y vacío de su significado.

Una palabra sin significado pierde su razón de vivir. Todo lo que tiene nombre existe, pero una palabra sin nombre simplemente no existe. Puede convertirse en un vago recuerdo que degenere en mito o leyenda. Quizás acabe en el cementerio de las palabras olvidadas porque quienes creyeron en ella también cultiven malvas en algún camposanto cercano. Podría pasar a ser propiedad exclusiva de vagos y maleantes metafísicos que escriben para no ser leídos. Pero también podría correr la peor de las desgracias al ser redescubierta por el politiquillo oportunista y populista que trata de convertir la sana incertidumbre en crisis socializada como estratagema de ascenso a los infiernos del poder.

La Innovación comenzó intentando dar nombre a una profunda convicción del ser humano, pero, en los últimos tiempos, hemos superado la inútil contienda de la definición lexicológica para adentrarnos en las escaramuzas de las definiciones teoréticas, estipulativas, precisadoras y, por supuesto, persuasivas que sólo han conducido a la confusión generalizada, el desaliento emocional y la airada discusión de mequetrefes de salón que rara vez han puesto el pie en una empresa aunque sea de pompas fúnebres. La Innovación ha servido de entremés, postre y café para políticos del tres al cuarto que apenas si sabían qué hacer con tanto recurso llegado de allende los Pirineos. Crecieron los Planes, Parques, Viveros, Trampolines, Centros y sucursales, Agencias y filiales y con ellos los creyentes bienintencionados y dedicados en cuerpo y alma, pero también los charlatanes del spanglish, los profetas del adviento y la llegada del Hijo de la Innovación del Séptimo Día, los reventados de la moda empresarial y los siempre listillos que pescan el campanu para subastarlo a precio de rara gema.

Hoy que la Innovación ha pasado de moda, la turba se aleja en busca de nuevas victimas. Lejos de afligirnos, la recibimos como la mejor de las noticias. Ya sólo quedamos quienes continuamos pensando que todo lo que tiene nombre existe.

viernes, 13 de enero de 2012

EL TEST DEL TALENTO EMPRENDEDOR



¤ ¿Cree que las personas de su organización tienen más talento, emprendimiento y creatividad que el que necesitan para realizar sus rutinas diarias?

Si ha respondido negativamente, mejor lo deja.

Si ha respondido positivamente, siga adelante…

¤ ¿Cree que la siguiente afirmación sería valida en su organización?: Una persona, una idea, una idea , una oportunidad, una oportunidad un proyecto compartido.

Si ha respondido negativamente, ahora sí, es el momento de intentar resistir en esta crisis que nos ahoga, quizás alcance la costa.

Si ha respondido positivamente, siga adelante…

¤ En consecuencia, ¿Ha propiciado espacios, tiempos y procesos para que estas personas desarrollen su talento?

Si ha respondido negativamente, hágaselo mirar.

Si ha respondido positivamente, siga adelante…

¤ ¿Son los problemas y oportunidades el medio para el desarrollo de este talento?

Si ha respondido negativamente, tiene usted cierto cacao mental, hágaselo mirar también.

Si ha respondido positivamente, siga adelante…

¤ ¿Han normalizado un lenguaje – método – corporativo para la detección, análisis y desarrollo de oportunidades o/y solución de los problemas?

Si ha respondido negativamente, ya tiene usted una tarea pendiente y urgente.

Si ha respondido positivamente, siga adelante…

¤ ¿Han desarrollado una estructura de trabajo en red que conviva con la estructura vertical que gobierna la rutinas?

Si ha respondido negativamente, no se preocupe, va por buen camino, pero debe dar este paso crucial.

Si ha respondido positivamente, adelante, casi estamos.

¤ ¿El objetivo final es la generación de valor, entendido de forma global?

Si ha respondido negativamente, lo sentimos, no llegamos a explicarnos cómo no llegó a conocer a San Milton Friedman, por una razonable cantidad podemos conseguirle una estampita.

Si ha respondido positivamente, continúe, lo está bordando.

¤ ¿Ha establecido una métrica de control de retornos?

Si ha respondido negativamente, también lo sentimos, casi lo tenía pero se ha olvidado de algo fundamental: nadie trabaja por nada aunque no necesariamente sólo por dinero.

Si ha respondido positivamente, siga adelante con la última cuestión.

¤ ¿Cree que todo esto debe convertirse en una Cultura propia y distintiva?

Si ha respondido negativamente, no se preocupe, se convertirá por sí sola.

Si ha respondido positivamente, seguro que es feliz y ha ayudado a que las personas de su organización sean un poco más felices. No se preocupe por estos tiempos de incertidumbre, los superará y, lo que es más importante, estará en cabeza en la nueva línea de salida.

miércoles, 11 de enero de 2012

EL VIAJE AL FINAL DE LA NOCHE


Toda revolución implica una transformación radical y profunda del pasado inmediato. Estas transformaciones pueden producirse en uno o varios ámbitos de forma simultánea: económico, político, social, cultural, tecnológico, etc. Cuando la transformación radical con respecto al estado anterior no se produce, hablamos de crisis.

Esta precisión es importante porque estamos utilizando un término adecuado para tipificar la situación económica por la que atravesamos a nivel mundial. Es una crisis en tanto en cuanto no tiene suficiente entidad para producir una transformación total y radical, ni tan siquiera en el ámbito económico general o financiero en particular. Pero sí es cierto que no es una crisis cualquiera. Probablemente sea una de las últimas por las que pase un sistema que nos guste o no se encuentra a punto de desaparecer definitivamente. Hablo, por supuesto, del liberalismo en cualquiera de sus formas y que no debe confundirse, como a menudo ocurre, con el capitalismo.

Los más optimistas, aunque no lo parezca, tienden a buscar puentes entre esta crisis y otras que se sucedieron en el pasado con el deseo inconsciente de asegurarse un retorno a la normalidad a medio plazo. Curiosamente, el Crack de 1929 presenta paralelismos en los ámbitos inmobiliario y financiero que algunos se empeñan en explotar. Pero, ni la burbuja inmobiliaria de Florida, ni la especulación bursátil tienen mayor equivalencia que el descontrol y la avaricia como factores últimos.

No nos encontramos al final de un ciclo, ni tan siquiera de una época. Estamos presenciando el relevo de un modelo estable, uno de los más estables y todopoderosos de los últimos siglos. Un modelo que, como todos los anteriores, ha producido grandes avances y progresos en todos los ámbitos, pero también ha provocado violencia y desigualdad como no podía ser de otra manera. Para que algo ascienda, algo tiene que bajar.

¿Cuál fue el momento de inflexión? Es difícil de contestar a esta pregunta en estos momentos. Quizás en el siglo XXII puedan hacerlo con suficiente perspectiva histórica. Pero indudablemente hay algo que nadie nos podrá negar. Hemos sido, somos y seremos los espectadores y protagonistas de este Cambio.

Es más que probable que dejemos de hablar de máquinas porque la tecnología llegará a un punto de fusión natural con el hombre.

Nuestra relación con el dolor y la muerte no desaparecerá, pero cambiará de una forma inimaginable, arrastrando a los paradigmas éticos y religiosos.

Con toda certeza, Estados Unidos está cerrando su historia como imperio. Pero tan descabellado es pensar que caminamos hacia la multipolaridad, como identificar a China con el nuevo imperio emergente.

Nuestro modelo de relación con el Planeta se verá transformado radicalmente de forma voluntaria o condicionada.

África dejará de ser un problema insuperable de una forma u otra porque están a punto de producirse cambios radicales en su papel y situación.

El ámbito financiero no desaparecerá porque es algo tan consustancial a la actividad humana como respirar, pero nada volverá a ser igual a como lo conocimos, al menos en sus centros de decisión, formas y maneras.

El ámbito político vivirá la multipolaridad lógica a todo vacío de poder reconocido como el que se está produciendo, pero un nuevo modelo acabará por imponerse. Tan sólo es cuestión de tiempo que surja una nueva camada de líderes que puedan y sepan afrontar el reto. Como en todo momento de agonía de un modelo estable, la clase política no está a la altura de las circunstancias. Necesitamos algo más que un mediático Obama o una prima dona como Sharkozy. Pero en el país de los ciegos el tuerto reina aunque se llame Merkel y frunza el ceño.

Demasiadas transformaciones para que hablemos de revolución y menos aún de crisis. Es el fin de un mundo que surgió tímidamente en las últimas décadas del siglo XVIII. Un modelo que parecía no tener nada que ver con todo lo anterior. Pero ha resultado que, como toda realización humana, nació, ha vivido y agoniza.

Queda mucho por hacer, prácticamente todo. Un nuevo modelo se está conformado y lo estamos haciendo nosotros, los mismos que estamos firmando el acta de defunción de un mundo que nos vio nacer y nos educó en sus principios y creencias. Es duro, muy duro, pero de una forma u otra saldremos adelante porque, en lo más profundo de nuestra naturaleza humana, hay tres componentes inalterables:

MIEDO

CURIOSIDAD

OSADÍA

El miedo a lo desconocido, la curiosidad por el futuro y la osadía que impulsa nuestra creatividad, emprendimiento, innovación y, en definitiva, PROGRESO.

Postdata

Nadie como Kubrick ha sabido plasmar en imágenes esta trilogía humana…

El Obelisco…el despertar de la manada…Miedo incontrolado que progresivamente va dejando paso a la curiosidad para acabar desembocando en la osadía.

Buenas noches y buena suerte

http://youtu.be/SnjO_MLWPGU

lunes, 9 de enero de 2012

POSITIVISMO BARATO


En estos tiempos que la única certidumbre parece ser la incertidumbre, sólo hay que sacudir la alfombra para que surjan más charlatanes que guisantes en una paella al estilo de Villaconejos. Entras en una librería y ya no sabes si dirigirte a la sección de “Economía y Empresa” en lugar de la de “Autoayuda” para encontrar la última revelación del autor de “Las jirafas también hacen network” o un incunable de “¿Quién me robo el sugus de naranja?

Todo el mundo mundial tiene algo que contar – hasta yo mismo lo hago en estos precisos momentos-.

Casi todo el mundo posee alguna pócima contra la amargura hipotecaria, la impotencia crediticia o la ausencia de erección en las ventas.

Es el triunfo del positivismo de feria, el optimismo interesado más que mal informado, en fin, una nueva plaga bíblica que amenaza con ahogarnos al más puro estilo cumbayá. Cuando no se nos presenta a un inocente ratoncito, la emprenden con un elefante inasequible al desaliento aunque siempre queda el recurso del lobo redimido. También contamos con aquellos que superan enfermedades incurables con el poder de la esperanza, trasladando sus revelaciones al entorno de una empresa donde ni el conserje recuerda la última vez que el consejero le dio las gracias al abrirle la puerta. Contaba un amigo con cáncer que acabó hasta las dichas sean las partes de escuchar a su vecino, un afamado autor de librillos de aeropuerto, aquello de “eres afortunado, tienes un gran reto por delante que cambiará tu vida”, hasta el punto de que una mañana, una de esas que te levantas con la izquierda, no soportando más al maromo, le soltó a buen ritmo aquello de “¡gilipollas! Lo que tengo es un bicho que me está jodiendo.”

Ayer, también me levanté con la izquierda y pensando en esto del positivismo positivo, se me ocurrió visitar la web de una autora de fama en esta tierra del toro. ¡Arrea! Que si mira como salgo en la tele, que si mira mi última conferencia en el Círculo Ecuestre, que si mira mi último libro, que si esto, que si lo otro. Parecía el Corte Inglés la referida, sólo le hacía falta ponerse una cámara en el moño y vender sus reflexiones online a cien de vellón. Pero, el caso es que vende y además hace caja con lo que a uno se le queda cara de gilipollas de más allá del Zambeze mientras escribe estas líneas para que el personal las lea por la jero – es broma-.

Sólo encuentro un antídoto a esta fiebre, bueno, en realidad dos: conectarme al noticiero de Tele5 o apuntarme a una maratón en Villaconejos. Ustedes mismos. En cualquier caso, buenas noches y buena suerte…

jueves, 5 de enero de 2012

INTELIGENCIA DE LAS EMOCIONES


Llegamos emocionados por el universo que deberemos explorar.
Marchamos emocionados ante lo que nos queda por descubrir.
Entre medio, la vida y aquellos que nos ayudan a sentirla intensamente…
Josep Julián fue nuestro Maestro de las Emociones y emocionados le recordaremos desde nuestra Nube Emocional.
Entra en LA INTELIGENCIA DE LAS EMOCIONES

Sóc un arbre nu
Abans que acabi el dia
m´haureu perdut de vista
Sóc com una muntanya blanca i verda
vestit i nu al mateix temps.
Abans que el sol s´amagui serè de
tornada a una vida que conec pero
amb la que em relaciono malament.
Però em dureu a la cámera de les vostres
retines i aquest será un lloc on tornarem
de tant en tant, potser cada dia.
Els arbres nus mai no deixem de ser
arbres i no per això perdem la nostra
naturalesa.
Aixì nu coms ells torno a casa. Nu i ple
de saba que recorrerà les meves venes
els dies que han de venir.

TORNARÈ. JA TORNO

lunes, 2 de enero de 2012

LA INTELIGENCIA DE LAS EMOCIONES


Dicen que necesitamos toda una vida para aprender a valorarla y prepararnos para la muerte…
Hoy, cuando apenas amanecía un nuevo año, la vida se ha llevado a un amigo del alma, un genio de las emociones, un desaforado amante de la vida que vivía cada segundo con la intensidad de quien sabe que todo es fugaz y que no merece la pena pensar en el mañana porque el hoy habrá quedado atrás.
Josep Julián, nuestro Pepe, el Maestro de las Emociones recorrió media España en su vida profesional, pero siempre acababa volviendo a la Ciudad de los Prodigios, su ciudad, su querida Barcelona. Allí recorrió con pasión las paginas de Stevenson y descubrió que tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir. Desde entonces fue vida, pura vida, una lealtad inquebrantable hasta el último segundo, enseñándonos que quizás los problemas nos ahoguen, la incertidumbre y el miedo nos aceche, pero nada habrá nunca comparable a la vida porque esas cuatro letras significan esperanza en el mañana, fe en las personas y lealtad consigo mismo.
Después de muchos años de viajar accidentalmente, he conocido gentes de todo tipo y condición, opulentos desgraciados, humildes felices, soberbios y ruines, ignorantes en su sabiduría, amigos de ayer, conocidos de mañana… Conocí a Pepe una fría noche de invierno en Gràcia con Diputaciò y, en aquel mismo instante, supe que sería mi amigo, gemelos de alma, siameses de corazón. Quizás llegó a mi vida demasiado tarde aunque seguramente lo hizo cuando estuve preparado para tanta lealtad, afecto y, sobre todo, sabiduría de la Emoción.
Los blogs son lugares para el encuentro y este es un adiós, pero Pepe también vivió intensamente en la red con su increíble Inteligencia de las Emociones. Hoy ese lugar queda huérfano aunque todos sus amigos lo visitaremos buscando no sólo el recuerdo, sino también sus lecciones de vida y amistad sincera.
Algún día volveremos a encontrarnos Pepe, como en aquella noche de Barcelona, volverás a sonreírme y abrazarme. Cuídate amigo mío y, si es posible, continua escribiendo y emocionándonos con tu Inteligencia.
Adiós amigo

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...