domingo, 18 de octubre de 2009

EL AGENTE DE TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA


El otro día tuve una experiencia realmente reveladora, por no emplear otro término más burdo. Estaba yo en una empresa, conocida por su potencial en el mundo de la investigación y la tecnología punta cuando se me ocurrió preguntarle a un fulano que estaba junto a mí en el café informal cuál era su cometido en la organización, más por educación que otra cosa. Debió ser que el individuo me vio llegar en compañía de un montón de jefazos, pero muy solícitamente me ofreció una tarjeta en la que pude leer fulanito de tal y tal, agente de transferencia tecnológica. Esto último me dejo ciertamente perplejo, pero mi educación inglesa me recomendó aquello de muy interesante, apasionante diría yo, encantado de conocerle. Una vez de vuelta a la sala de reuniones con los jefazos, pregunté a uno de ellos con cierta sorna qué era esta apasionante maravilla de agente de transferencia tecnológica. La respuesta, como decía al principio, fue reveladora: es como denominamos a nuestros comerciales, ya sabes, les confiere más empaque.
He empleado el término revelador porque algo sospechaba al respecto, pero no estaba seguro. Mis sospechas habían surgido a raíz de un spot publicitario que había visto en la caja tonta. El spot en cuestión presentaba a un fulano con cara de coña total, disfrazado de granjero de Arkansas, que entraba por una puerta mientras una voz en off decía algo así como “Manolo, entra jardinero, sale restaurador de paisajes” y, por supuesto, Manolo salía de ejecutivo cool con un montón de planos bajo el brazo. La siguiente, era una maripili con moño coñero y zapatitos tontadeporallí, una vez más la voz decía “María, entra peluquera, sale asesora de imagen”, por supuesto la María en cuestión salía fashión de la mort. Como se pueden imaginar, esta obra de excelsa creatividad publicitaba la excelencias de una empresa de formación a distancia.
El agente de transferencia tecnológica me acabó por confirmar que, efectivamente, en este país nos hemos vuelto todos gilipollas.
¡Ah! Recuerden los vendedores de enciclopedias a plazos que, en realidad, son Agentes de Transferencia de Conocimiento Formal y Activación de Sinapsis.
Por cierto, ¿qué es usted? Porque eso de ingeniero nuclear ya no mola querido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es imposible negarte una sonrisa
Glory

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