martes, 23 de diciembre de 2008

EL PRIVILEGIO DE ZAPATERO


En un tiempo de cambio dominado por la incertidumbre y la desesperanza provocada por el caos financiero el concepto de gobernanza cobra especial importancia. Tratar de frenar la progresión del Ciclo Infernal que caracteriza a situaciones críticas como la actual es una prioridad de todo gobierno. Pero, por encima de esta urgencia, el Estado debe velar por la salud emocional de sus ciudadanos si quiere que sus actuaciones sean acordes a lo que denominamos buenas prácticas de gobierno relacional.
A día de hoy, el gobierno de este país suspende por activa y pasiva en este cometido. Tratar de paliar la situación con medidas de urgencia es una reacción impulsiva natural y comprensible. Pero, a estas alturas, el gobierno debiera haber comenzado a trabajar en términos de Futuro. Y todo ello por una serie de razones urgentes y evidentes:
1. Nuestra situación particular dentro del conjunto de la crisis generalizada a nivel mundial presenta una casuística muy específica. Llegamos de un ciclo de crecimiento generalizado pero que en nuestro caso ha estado fundamentado en un sector sensible a las variaciones de los indicadores macroeconómicos. En otras palabras, nuestro problema añadido es de carácter estructural y no coyuntural. No podemos contentarnos con intentar aguantar el temporal hasta que el nuevo ciclo de crecimiento nos alcance. Cuando nuestro parque inmobiliario se estabilice en relación a la demanda real, nos encontraremos con más de un millón y medio de ciudadanos que ya no tienen cabida en este sector que difícilmente volverá a ser tractor de crecimiento a corto plazo.
2. El Estado Español es la expresión articulada de una pretensión histórica que pasa por integrar en el mismo a un conjunto de poblaciones no diferenciadas desde un punto de vista étnico o religioso, pero sí diferentes desde un punto de vista emocional y, en algunos casos, lingüístico. Sin entrar en mayores consideraciones a este respecto, sí es una cuestión de supervivencia encontrar motores no centrífugos que eviten volver aviejas tendencias históricas que han costado muchos años superar. En este sentido, el Futuro debe unir en lugar de provocar incertidumbre y finalmente pánico.
3. La mejor estrategia para articular el Presente es hacerlo a partir del Futuro. Dicho de otro modo, el Futuro no se construye desde el Presente sino a la inversa. El Futuro pertenece a todos los ciudadanos, pero es deber y responsabilidad de un gobierno iniciar la senda constructivista. En circunstancias como las que nos han tocado vivir, sólo la construcción de un horizonte y su visualización constante puede ayudarnos a comportarnos como una sociedad humana en el pleno sentido de la palabra.
Guiar las acciones de gobierno por un criterio utilitarista basado en la permanencia y perpetuación puede resultar una reacción muy humana y natural, pero es la esencia de la anti gobernanza, es decir el mal gobierno. No estamos a la espera de un nuevo ciclo de crecimiento, sino aguardando que quienes deben iniciarlo comiencen a proponer Futuro. Esta es la esencia del liderazgo trascendental señor Zapatero. Muy pocos gobernantes tienen la oportunidad de vivir tiempos de liderazgo. Usted goza de ese privilegio. No desaproveche la oportunidad.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bUFF!! Demoledor
Ramon

Anónimo dijo...

Efectivamente es en estos momentso cuando se descubre a los lideres, pero me temo que ZP no da la talla y no por nada. Ni él ni nadie que este al descubierto en estos momentos en el panorama político.
Joaquim

Anónimo dijo...

Efectivamente el carácter estructural de nuestros males unido a la baja competitividad y niveles deficientes de internacionalización hacen necesaria una reflexión estratégica de gran calado que, de momento, nadie quiere asumir.
PL

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