jueves, 14 de abril de 2011

CONOCER SIN PENSAR


La Educación no tiene quien la escriba o lo que es lo mismo, está huérfana de campeón como si de una doncella poco agraciada se tratara. Dicen que corren malos tiempos para la Lírica, pero para la Educación, ni tan siquiera corren.
El pasado lunes tuve la oportunidad de dar una conferencia en el Club de la Calidad de Catalunya sobre el valor interno de las empresas en tiempos de crisis que no es otro que sus personas. Entre otras cosas, distinguía entre “ajustes obligados” y “reformas pendientes” haciendo alusión a aquellas medidas que pueden arreglar los desajustes causados por la crisis global y aquellas reformas que están pendientes en un modelo económico insostenible como es el español. Entre estas últimas, consideraba que una reforma total del modelo educativo es la más urgente y vital aunque también señalaba las pocas oportunidades de que se produzca.
La Educación no cotiza en este país, al menos como un valor diferencial. Incluso podría decirse que se ha situado en los mismos niveles de consumo irracional que la sanidad. Los ciudadanos exigen inmediatez y calidad en los servicios sanitarios incluidos en una oferta razonable, pero también aquellos que desbordan los límites de la racionalidad presupuestaria y la solidaridad bien calculada. De la misma forma que abroncan a un médico, enfermera o personal administrativo de una unidad de atención primaria, no tienen ningún empacho en emprenderla a reproches, cuando no insultos o incluso agresiones, con el pobre docente de turno que, como se suele decir, “hace lo que puede”. Hemos socializado el derroche y ahora no sólo pagamos las consecuencias, sino que será difícil retornar a posiciones sostenibles. Ya se sabe, cuando se da a probar al infante percebes de Malpica, vaya usted luego a acostumbrarlo a la pescadilla empanada.
En este país nos quedamos en lo de “conocer” cuando Narváez, el mítico espadón de Loja, se jugaba los gobiernos al tute subastado y no hemos conseguido acercarnos al “pensar” ni por casualidad para gozo, entre otros interesados, de vetustas editoriales “especializadas”. Aprendizaje por resolución de problemas, algo tan corriente como el agua del grifo en Suecia o Finlandia, suena aquí a panfleto maoísta de escaso fundamento científico. Tampoco es de extrañar al ver como los libros de texto de Matemáticas definen como “problema” lo que es simple “ejercicio” o los manuales de Lengua definen como “deducir” lo que es un rotundo proceso inductivo. Sí, si, inductivo, palabra esta que ha desaparecido del vocabulario escolar, probando así el dominio incontestable de las estrategias de aprendizaje por recepción o expositivas.
No se barrunta reforma del sistema educativo en el horizonte. Dicen los entendidos que hay cosas más importantes de donde digo yo de qué coño serán entendidos.
No habrá reforma educativa a corto plazo porque, mire usted, seamos sinceros: no reporta valor inmediato.
No se intuyen deseos de acometer una reforma educativa porque carece de rédito político en un país donde inauguramos aeropuertos sin aviones, presumimos de dos grandes premios de F1 en lugar de uno como todo hijo de vecino, pese al fortunón que suponen y nuestros políticos se niegan a viajar en turista no vaya a ser que les confundan con vendedores de enciclopedias de pasta blanda.
Pero, además, son listos los condenados porque saben que la Educación no da votos. Lo importante no es la calidad ni la finalidad de lo que nuestros hijos puedan aprender en las aulas, sino que la Jesy y el Jonatan vayan al cole por la jero y, además, si son discípulos de Jesús de los primeros días del Fin pues, además, no les pongan alubias en el comedor que se lo tiene prohibido su religión.
Para acometer esta reforma, es necesario sentido común, altura de miras, liderazgo inspirador y ser medianamente inteligente. Así que, como ustedes comprenderán, tenemos todavía para rato con esto del “conocer”.
Pero conocer sin pensar es como hacer el amor sin amor.

13 comentarios:

Josep Julián dijo...

Hola JLMON:
La secuencia final de los 400 golpes explica a la perfección tu artículo. Mientras no entendamos lo que viene antes, juzgamos en base a lo que tenemos delante de los ojos, en este caso un plano mudo que no es que aporte demasiado. La educación es una obligación, no un derecho. YT mientras que lo que no cuesta no valga...
Un abrazo.

Katy dijo...

Está todo hecho una pena y los politicos lo que hacen desde años es enzarzarse y echarse cosas a las cara sin dejar de mirarse sus respectivos ombligos.
"Hemos socializado el derroche y ahora no sólo pagamos las consecuencias, sino que será difícil retornar a posiciones sostenibles".
¿Y dónde están las cabezas pensantes de este país?
Un abrazo

Caminante dijo...

Hola Josep
Pues sí lo que no cuesta.....y además es derecho....
Vivimos en el país de los derechos, pero lo de los deberes...
Cuidate

Caminante dijo...

Una pena es poco....Katy
Cuidate

Astrid Moix dijo...

La educación, mejor dicho, el tratamiento político de la educación, debería ser una carrera de fondo (por utilizar el símil que me sugiere el vídeo) y a nosotros se nos dan mejor las distancias cortas. De elección a elección, y tiro porque me toca... Pero es que además el tema educativo es muy complicado. De hecho, hemos tenido reformas para todos los gustos, pero sin demasiado éxito. No se bien dónde está la causa; si en los políticos (el recurso eterno y fácil), las familias, los estudiantes o la sociedad en general. Sospecho que en una combinación de todo eso.

Buen finde,

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Josep:
Yo también desespero, pero es que mañana vamos a volver a votar al Camps y a "todos esos". Total, que seguiremos teniendo motivos para explayarnos en nuestros blogs y poco más.
Lo siento, pero me pillas un poco bajo de defensas.
Un abrazo.

Visi Serrano dijo...

Mi sobrina asiste a un colegio público con un sistema psicopedagico orientado a la exploración y a la reflexión. Me he sorprendido escuchando a su madre verbalizar sus temores de que este modelo es una isla en si mismo (como el modelo de escuela nueva de SummerHill)y que cuando vaya al instituto no podrá adaptarse y puede estar abocada al fracaso escolar. Sin embargo creo profundamente en las posibilidades de una escuela que permita una mayor autoregulación y permita en un entorno adecuado que los niños busquen, exploren y desarrollen su creatividad y necesidad de descubrimientos innata. Que la sociedad no esté preparada para ello nos debe importar bien poco, esos niños lideraran en cambio social del futuro. Quizás ahora lo que nos da miedo es que entonces seremos nosotros los inadaptados.

Saludos.

Caminante dijo...

HOLA ASTRID
Gracias por tu visita.
Efectivamente es una combinación de todo....bajo redito político, apatía social, ausencia de proyectos de futuro....
En fin, paciencia

Caminante dijo...

Hola Javier
Rendirse nunca!
Hay que seguir para adelante.
Animo!

Caminante dijo...

Hola Visi
Gracias por la visita
No te preocupes, entiendo de esto y te puedo decir que no habrá problema, más bien todo lo contrario. Una pequeña etapa de "desorientación", pero nada más.
Cuidate

cristal00k dijo...

Amén, José Luis. Se puede decir máS alto pero no más claro.

Creo que Narváez o cualquier otro personaje del pasado,en el único lugar donde no caerían fulminados de un patatús, sería en una Escuela (al menos de las del "al uso")porque poco han cambiado en sistemas y objetivos. Y en ello, desde luego influye que pocos réditos electorales a corto plazo da eso. A la vista está.

Y es que para nuestros políticos en general,(sus excepciones debe haber)la frase "Pacto Institucional" se refiere únicamente a pactar los "horarios de trofeos futboleros" o a sus subidas de emolumentos... que creo que es en lo único que son capaces de ponerse de acuerdo sin problemas.

Mientras tanto, el mundo de la enseñanza (y tantas cosas) siguen al albur de unos pocos pioneros que con una voluntad admirable son capaces de adaptar y sortear la última "ley de turno" superando trabas mil para "enseñar u operar" de otra manera más acorde a los tiempos. O de unos pocos autodidactas inspirados, que son capaces de ir un poco más allá de motu propio. Las excepciones, claro...

Y alguien debería explicar y muy bien, a una abrumadora mayoría de padres, alumnos y a algunos docentes, los matices y diferencias de (además de "entre")derechos y obligaciones.

Truffaut, rodó esa película basándose en su vida, creo que homenajeando a un mentor que no recuerdo. Y en ella deja muy claro el desamparo de la infancia en la escuela, que acostumbra a desembocar en la desesperanza, la abulia o la rebelión, aunque esta última parece triste y sorprendentemente "olvidada". Creo que hoy lo llaman "fracaso escolar".

Y a tenor de tu lúcido análisis creo que tenemos "parato". En fin... Ojalá los que sabéis de esto, no os canséis y sigáis en ello.

Un abrazo.

Caminante dijo...

HOLA CRYSTAL
Muchas gracias por tu visita y el extenso y brillante comentario en el que descubro que somos almas gemelas en este tema.
Cuidate

Fernando López dijo...

Muy buenas don José Luis:

Llego tarde a este post, pero llego. yo añadiría que además de no interesar, mucho problema lo tenemos por esa "cultura" del atontamiento en el que nos hemos instalado y que nos hcen tragar con calzador o por las bravas, pero habrá que intentarlo ¿no?
Un abrazo

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