jueves, 29 de abril de 2010
LA PRISIONERA DE ZENDA
Ayer concluía en Bilbao un congreso de carácter internacional sobre innovación – Los retos de la Innovación en Europa - en el que se ha podido contar con primeros espadas a nivel mundial, así como con la presencia de la ministra Garmendia. Poco o nada voy a hablar de lo allí tratado porque este tipo de encuentros acostumbran a tener pocos resultados prácticos más allá de la promoción de la ciudad anfitriona, la autosatisfacción de los políticos de turno que por allí desfilan religiosamente y poco más. Alguien dirá que mi mordacidad no tiene limites, pero así me parieron una calida noche de verano, qué le vamos a hacer.
Mi interés se centra en la obcecación de la ministra en vendernos lo que no somos y, además, regalarnos un viaje a las Bahamas si nos lo creemos. Garmendia continua insistiendo en el gran esfuerzo realizado en materia de promoción de la Innovación, así como nuestra envidiable posición en el ranking mundial. Pero esta vez, además, nos promete el Paraíso al asegurarnos que Europa construirá su nuevo Plan para la Innovación y la Investigación a imagen y semejanza de las propuestas españolas.
Señora Ministra, con todos mis respetos, ustedes se han gastado una pasta gansa y se la van a continuar gastando con el único rédito de mostrarnos nuestro avance en las listas que, ciertamente, es significativo al haber pasado del 0, 91 por ciento del gasto sobre PIB en 2000 al 1, 35% en 2008, es decir un incremento del 48%. Pero no olvide que quien no introducía ni una sola pieza de fruta en su dieta diaria y pasa a ingerir un plátano de Canarias, por supuesto, diariamente, registra un incremento del 100% sin que por ello se pueda afirmar que mantiene unos hábitos alimenticios saludables.
La cuestión no es inyectar dinero. Usted puede regalarle a cada españolito una maquina de escribir, sin que ello suponga que nos vamos a convertir todos en grandes escritores. La Economía es una ciencia social y, en consecuencia, impredecible. Pero esta etiqueta deriva del auténtico motor de la misma: las personas, en este caso, agentes económicos activos. Y, en esto, hoy por hoy, seguimos en las mismas. Podemos hablar de investigación básica y aplicada, pero la cadena continua interrumpiéndose en el mismo lugar. Y usted sabe perfectamente porque esto es así: no hay cultura sentida y ,en consecuencia interiorizada. Los esfuerzos que han hecho pueden tener su frío reflejo en unas estadísticas, pero hay una certeza incontestable: la investigación y la innovación continúan sin ser rentables en este país y para este país.
No me cuente milongas sobre el liderazgo basado en la investigación. Quizás el suyo sea un caso de éxito, pero no caiga en el error de generalizar. Ustedes continúan sin pisar tierra que es lo mismo que decir que se han olvidado de lo más básico en economía: las personas.
Y, ahora, unas cuestiones de cierta relevancia:
• ¿Cuántas empresas, grandes, pequeñas o medianas de este país pueden afirmar que el Emprendimiento, base de la innovación, es una parte esencial de su cultura?
• ¿Cuántos trabajadores de este país consiguen su excelencia personal y, en consecuencia, su felicidad laboral generando valor y progreso a partir de la innovación continua?
• ¿Considera que hemos avanzado significativamente en los ratios de inversión privada en ese amplio campo que denominamos investigación?
• ¿Valora positivamente los resultados prácticos de la política de promoción y sensibilización hacia la Innovación que han desparramado miles de millones de Finisterre a Gata?
• Y, finalmente, ¿Cree que ya somos un país de innovadores?
No hace falta que me responda, aunque ya se que tampoco lo va a hacer, teniendo asuntos tan estratégicos en su cartera. Pero comprenderá mi enfado al comprobar que, pese a todo, continuamos en la Luna de Valencia que, como usted ya sabrá, quiere decir que hemos llegado tarde a las puertas de la ciudad y, al encontrarlas cerradas, nos hemos quedado a dormir al raso. En su caso, más que en la Luna, diría que está usted en la Nube y no por ignorancia o candidez, sino más bien por discurso y fatalismo.
Este país, como todos, tiene “grandes posibilidades”, pero no olvide que de posibles están los cementerios llenos. Una vez más, nos encontramos en otra de nuestras grandes encrucijadas históricas. Una vez más, corremos el riesgo de convertir una oportunidad en una amenaza por nuestras ancestrales querencias a la indecisión, el fatalismo y los grandes discursos, vacuos y absurdos. Coincidirá conmigo en que a la hora de construir una casa es importante contar con planos y diseño, dinero contante y sonante, amistades en la sucursal bancaria de turno, así como en el ayuntamiento, ladrillos y masa y, sobre todo terreno. Pero, al final, si no contamos con personas que deseen habitarla, nos encontraremos con un mausoleo. Desgraciadamente, usted y sus colegas, cuando todavía no tenemos a las personas, ya nos están vendiendo la necesidad de colocar un sistema de domótica de última generación.
Ya termino. Dicen que su señor presidente ha caído en eso que llaman “el síndrome de La Moncloa”, mala cosa que le convierte a uno en prisionero de sus incertidumbres. Pues, ¿sabe lo que le digo?, que usted empieza a parecerse al Prisionero de Zenda.
Buenos días y buena suerte.
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11 comentarios:
Un buen repaso con respeto :9
Un abrazo
Hola José Luis:
Pues tiene usted toda la razón. Se nos va mucho la pelota con este asunto de la innovacón. Alguna vez he hablado de ello como en http://fernandolopezfernandez.blogspot.com/2009/10/creatividad-innovacion-me-echais-una.html, y coincido contigo en mucha milonga.
Un abrazo
E
Hola Katy
Gracias por la visita y la valoración. Respeto siempre.
Cuidate
Hola Fernando
Ha habido demasiado circo y muy caro para lo poco que está luciendo.
Cuidate
Hola Jose Luis:
Si piensas mandársela de verdad me avisas para firmarla yo también.
Un abrazo.
Hola Javier
Me lo apunto y si encima nos invita a comer, je.je
Un día leí en una entrevista: si fueras la ministra de innovación, ¿cuál sería la primera medida que llevarías acabo?... te la traspaso jajajjaj
La verdad es que me entristece ver que todo sigue igual o peor, me parecía que con un ministerio y una ministra salida de la empresa esto iba a coger otro color.
Un saludo
Amén. No diré más.
Hola Irene
Las esperanzas las tuvimos todos, pero en eso se quedaron...
Cuidate
Pues amen Pepe
Thanks Lydia
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