lunes, 26 de abril de 2010

¿QUE OCURRE CON LA DICHOSA INNOVACIÓN?


Qué tienen en común?

• El discurso del Presidente del Gobierno
• Cinco librillos de Aeropuerto
• Una editorial de semanario económico
• El discurso de un político
• Un blog sobre soluciones a la crisis
• El discurso de un presidente de la patronal
• Un plan de ayudas a las PYMES
• El anuncio de un detergente
Pues muy sencillo: la palabra INNOVACIÓN.
¿Es esto bueno?
Hasta cierto punto. Más bien, encierra una trampa: la posibilidad de morir de éxito.
Hay quien dice que “la innovación está de moda”. Algunos afirman que “la innovación es la característica definitoria de la nueva ola económica”. Los hay que defienden que “la innovación es nuestra única solución a la crisis”. Y todos ellos, se quedan tan campantes.
La Innovación podrá ser muchas cosas, pero nunca una moda, ni el atributo esencial de una nueva época y, menos aún, el gran descubrimiento. La Innovación, lleva ahí tanto tiempo como la Luna de Valencia. Es consustancial al ser humano y su innata curiosidad hacia el futuro. Quizás el término se estabilizara con Schumpeter, pero los griegos ya se preocupaban por el futuro del trabajo esclavo ante tanta innovación.
¿Qué ocurre entonces con la dichosa innovación?
Simple, querido Watson: ha madurado. Se está convirtiendo en miembro de pleno derecho de la enciclopedia empresarial. Comienza a ocupar su lugar en los cuadros de mando aunque, de momento, lo haga a trompicones, intentando buscarse un hueco entre la RRHH, la Calidad y la I+D+i.
De momento, la Innovación llega a las empresas y le cuesta acomodarse, no sólo a la hora de encontrar prosélitos a su causa, sino , sobre todo, a la hora de encontrar su lugar institucional y operativo.
Quizás el problema está en la imposibilidad e inoportunidad de que exista como tal. Quizás constituirla como una nueva área con su director, subdirector, empleados y espacios físicos sea el mayor error que pueda cometer una organización. La Innovación no es “un algo”, es “un todo”, una cultura que debe estar presente en todos los rincones de la organización. Lo siento por los flamantes y nuevos Directores de Innovación, pero , sinceramente, creo que están en el sitio equivocado.
Quizás con toda seguridad, si hay que encontrarle un espacio físico en “el mapa de la organización”, este se encuentre muy próximo a esa área que todavía se denomina Recursos Humanos, pero que debiera ir pensando en modificar su denominación porque en ella se encuentra el germen de la auténtica revolución.
Innovación, Mejora, Emprendimiento, Conocimiento. Demasiados nuevos elementos para encontrar su lugar independiente y definido en una estructura empresarial que necesita una redefinición profunda. Demasiadas coincidencias y relaciones profundas para proclamar su independencia. En el fondo, hablamos de algo que debe transpirar el conjunto de la organización. Patrones emocionales y conductuales que deben ser la nota definitoria de la excelencia de la organización. En definitiva, pongamos que hablamos de personas.

12 comentarios:

Josep Julián dijo...

La innovación, esa gran desconocida. Lo que tengo más dudas es que aliente a los de Recursos Humanos, más que nada porque en líneas generales son más segurolas que un cancerbero. No sé si parafreseando a J. Lennon podríamos afirmar que innovación es todo aquello que está sucediendo mientras pensamos qué es la innovación.
Un abrazo.

Caminante dijo...

Hola Josep
Buena frase, sí señor!
Ten más fé...
Un abrazo

Fernando López dijo...

Hola José Luis:

A mi lo que me preocupa es que se habla de innovación como concepto (un poco abstracto o un totum revolutum) en el que cabe de todo, pero curiosamente no se suele hablar de personas que en definitiva son quienes tienen la capacidad de innovar. Es decir, se habla mucho de procesos, investigación , asi en general, pero poco de personas.
Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Jose Luis:
Cuando oigo hablar de innovación a algunos de los que has mencionado "me da una cosa...".
Un abrazo.

Caminante dijo...

Hola Fernando
Eso es el alma de la Innovación, lo demás son triquiñuelas de consultor barato.
Un abrazo

Caminante dijo...

Javier
Ya, ya, ya me imagino conociéndote.
Un abrazo

echar un remiendu dijo...

Creo que muchas de esas cosas podrían aplicarse a la palabra "diseño", al final acabamos prostituyendo los vocablos sin acabar de entender el alma de los asuntos. Como siempre muy interesante. Saludos

Caminante dijo...

Irene
Gracias por tu visita. efectivamente, creo que es totalmente similar la situación..

Katy dijo...

¿Va de adivinanzas. Yo desde mi más absoluta modestia, digo que la "innovación" es el mismo perro con distinto collar. Es como la la palabra "nuevo" de tanto oirla aburre.
Un abrazo

Caminante dijo...

Hola Katy
Pues tiene más fondo de lo que aparentemente parece.
Cuidate

Marco dijo...

Enhorabuena por el Blog José Luis,

La innovación, tal y como la pintan parece una actividad con vida propia.

Sin embargo la veo como un proceso de evolución empresarial (y de toda organización) facilitado por buenas técnicas de recursos humanos y sobre todo de gestión de equipos.

¿Que si tiene sentido crear un departamento de innovación? En algunos casos, quizá, pero requiere un cambio de cultura empresarial muy profundo. Para innovar hay que facilitar un pensamiento innovador... y eso cuesta en muchísimos sitios, ¡y como cuesta!

Al final innovar es encontrar soluciones nuevas y mejores a lo que se ha hecho hasta el momento.

Un saludo,
Marco

Caminante dijo...

Hola Marcos
Gracias por tu visita y tu comentario.

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