jueves, 2 de abril de 2009

MERECE LA PENA INNOVAR


Tengo que confesar que me ha sorprendido la acogida que ha tenido mi post de ayer Los que van a innovar te saludan. Primero porque me confirma que podríamos llevar adelante la sentada frente a la Moncloa con los casi mil visitantes que ha tenido el artículo en un día. Después porque, al fin y al cabo, la innovación sigue interesando en este país por mucho que se empeñen en aburrirnos políticos y conferenciantes profesionales. Y finalmente, porque uno tiene su pequeño ego y le gusta ver que se visita al Viajero. En fin, gracias a todos los visitantes que siempre son bienvenidos.
Ayer comenzaba con la pregunta ¿merece la pena innovar?, para dar paso, a continuación, a la ironía como válvula de escape a tanto desatino. Hoy voy a contestar a la cuestión de forma más directa.
Sí, merece la pena o, al menos, eso dicen el 87% de los que han probado a hacerlo. Los beneficios no son siempre económicos, al menos directamente. Pero, entre las razones aportadas, las hay para todos los gustos. A continuación, extracto algunas de las que han manifestado mis clientes y amigos.
1. Innovar nos ha permitido no sólo transformar procesos obsoletos, sino también algo más importante como es sentirse equipo y comprobar que podemos trabajar juntos en otras cosas que no sean nuestras rutinas diarias. Nuestro tono emocional ha mejorado.
2. Hemos aprendido el valor de la incertidumbre y un nuevo enfoque de los problemas. Quizás la próxima ocasión en que sea necesario afrontar un cambio no haya que gastar tantas fuerzas en convencer a la gente de su necesidad. Y esto también es valor.
3. Todavía nos parece increíble. Hemos pasado de fabricar productos con destino a un mercado muy saturado a centrarnos en tan sólo dos nuevas líneas que, no solamente están teniendo una gran aceptación, sino que carecen de competencia a medio plazo. Sinceramente, nos ha salvado.
4. Había leído muchas cosas sobre la gestión del talento, pero hasta que no inicias un proceso de cambio y activas tus habilidades creativas, no llegas a ver con claridad el filón de talento que tienes a tu alrededor.
5. Disfrutamos y eso ya es mucho en estos tiempos. Merece la pena intentarlo.

Parece un extracto de uno de esos anuncios televisivos de las dos y cuarto de la madrugada que presentan un artilugio aeróbico que cambiará tu vida. Pero es así, qué le vamos a hacer. La creatividad la llevamos en la sangre y si no que se lo pregunten a Josep Maria Lloreda, hijo de Jaume Lloreda, artífices ambos de uno de los ejemplos más curiosos de porque merece la pena innovar: KH Lloreda. Una empresa familiar nacida en 1949 en Canovelles, Barcelona.
Nacemos con un potencial de Inteligencia Creativa increíble, sólo hay que preguntarse por qué un adulto identifica el símbolo 3 como un tres y un niño de dos años te dice que es un croissant.
Sinceramente: Merece la pena innovar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

KH es un ejemplo ejemplar, valga la redundancia de toma de decisión estratégica sin esperar a que el agua llegue al cuello. Pero además han sabido mantener ese espíritu de cambio de forma constante.
Joaquim

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