jueves, 24 de junio de 2010
AQUEL DÍA EN TV3
Recuerdo una conferencia que tuve el placer de impartir en TV3 hace ya un par de años. El tema, como no podía ser de otra manera, era la Innovación, pero centrándome en la importancia de la creatividad en el acto de ideación e invención. Quienes me conocen, dicen que paso por ameno con esa mezcla de ironía y provocación que parece caracterizan mis intervenciones.
En esta ocasión, esto no debió funcionar todo lo bien que sería de desear, al menos con el sector más “creativo” de una audiencia compuesta por empresarios, directivos y “gente de la casa”. Algunos días más tarde, tuve ocasión de acceder a un foro en el que se valoraba mi intervención. No recuerdo las palabras exactas, pero era algo así como “al principio, estuvo bien en su planteamiento de la creatividad, pero cuando empezó a hablar de metodología la fastidió. Otro individuo con planteamientos clásicos de método, un aburrimiento. A ver cuándo aprende esta gente a quitarse la corbata y meterse en harina”.
Uno tiene a bien aceptar todo tipo de opiniones aunque, en algunas ocasiones, se coma los higadillos mientras pone la mejor de sus sonrisas cautivadoras. Pero, en esta ocasión, la crítica era totalmente inmerecida y, además, llovía sobre mojado. Es perfectamente compresible que el vulgo tenga la percepción de que la creatividad es el reino de la libertad total, pero se supone que los “profesionales creativos” tienen que tener las ideas algo más claras, pese a que vistan camiseta de viceversa y menorquinas. La creatividad tiene un 10% de genialidad y un 90% de transpiración y disciplina y todo lo demás son monsergas contemporáneas de happening accidental. Y si no que se lo pregunten a Picasso, Kepler, Edison y demás cuadrilla.
Dicen que la innovación es un medio, nunca un fin. Según se mire y según te sitúes en el proceso. Si el objetivo es la ideación, sin más, la creatividad es el fin y el emprendimiento es el medio, otra cosa es que te preguntes qué vas a hacer con tantas ideas en el armario de la abuela. Si persigues la invención, la creatividad es el medio y la innovación el fin. Pero si finalmente persigues el valor, no lo dudes, la innovación es un medio. Como decía, todo depende de cómo te sitúes y lo que te creas que eres. Si esto de ser “creativo” te mola cantidad, la innovación te coge a desmano y del emprendimiento mejor ni hablar. Si lo tuyo es “lo tecnológico”, la creatividad te resbala por todos los lados y la innovación es una etiqueta de los tiempos que debes soportar.
Pero, en cualquier caso, aspirar a conseguir valor en términos de cambio y progreso es quizás el proceso más complejo que desarrollamos los humanos. Luego método, disciplina, estructura y sistematización son condiciones indispensables. Es más, desde mi experiencia, la disciplina de la innovación no se aparta demasiado de algo tan primitivo como el discurso cartesiano. Evidencia, Análisis, Síntesis y Control son la esencia del Discurso del Método y de la Innovación. Y si hablamos de Innovación en términos de resultados, pues emprendimiento, emocionalidad y creatividad van en el mismo paquete.
En el caso que hoy me ocupa, recordaría y asumiría el Principio de la Evidencia, crítica de la verdad, es decir no admitir nunca algo como verdadero, si no consta con evidencia que lo es. En estos términos, un creativo que protagoniza los guiones de un programa de...¿cómo los llaman?... ¿humor, entretenimiento…?, hasta que se me demuestre lo contrario, no va más allá del Tío Raimundo, afamado “negro” de todos y cada uno de los que se subían al escenario del mítico Teatro Argentino. Y es que, ya se sabe, donde las dan las toman, eso sí, sin acritud.
En cualquier caso, recuerdo con cariño aquella intervención y, sobre todo, las atenciones de Eulalia Pujola, una de las almas de la innovación en TV3.
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8 comentarios:
Quizá esa intervención fue en tiempos del Boom! y no del Puff!
Curioso que en un medio como TV, donde uno localizaría la innovación por excelencia, no se entienda al alcance del mix. ¿Es posible que pese el factor sector público? Se que crees que hay extraordinario valor ahí, pero ¿hay cauces?
JMPazos
Un abrazo
Hasta para hacer una crítica lo ideal sería ser creativo y original. Pero como no lo semos esperamos que los demás nos lo digan y claro así salen las cosas.
No hay más que ver la TV que tenemos :(
Me ha encantado la tele ene le monopatín. Así andamos, mareados.
Un abrazo
Hola Jose Manuel
Me imagino que te refieres a la TV...
Valor hay en todos sitios, pero en el caso de las auotonómicas, se dan por sentadas muchas cosas que luego no son y eso que la catalana es de las buenas...Pero necesitan un ajuste estratégico de gran calado.
Cuidate
Hola Katy
Sí la tele ultimamente es de todo menos creativa, más bien es destructiva...
Cuidate
Hola Jose Luis:
Pues mira por donde yo pienso que (mayormente) la creatividad es un fin en si mismo. Creamos por el placer de crear y luego si además tiene utilidad, pues genial.
Precisamente van por ahí mis tiros. No sobreviviría al I.V.A. de mis fotos.
Un abrazo.
Hola José Luis:
Pues le tengo que dar a usted la razón don José Luis. es decir, que la inspiración me pille trabajando como decía Picasso. Todos somos muy creativos pero poco prácticos. De hecho creatividad e innovación a menudo se confunden. Es como un poco de circo, está bien para entretener pero no trasciende como los grandes logros que además de creatividad exigieron métod, disciplina estructura y muchas más cosas.
En fin, que nunca llueve a gusto de todos.
Un abrazo
Hola Javier
No hay contradicción...la creatividad personal ya es útil y genera su valor: disfrutar. Pero me refería a situaciones socializadas y ahí el placer...
Cuidate
Hola Fernando
Esa confusión está confundiendo las necesidades actuales, por ejemplo en educación...
Cuidate
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