lunes, 21 de junio de 2010

EL PRIMER DÍA DE TU VIDA


Esto de las semanas, si lo analizas con calma, tiene un claro sentido productivo. Podría teclear en el buscador y encontrar el sentido a esto de los siete días, pero prefiero pensar en libre y sin la restricción del modelo estable.
Siete días, seis productivos en los inicios, después pasaron a cinco en una gran mayoría y, finalmente muchos nos encontramos en cuatro y medio. Así es como medimos las semanas y como les encontramos un sentido.
El modelo estable está tan perfectamente interiorizado que hasta hemos desarrollado patrones emocionales al uso.
Los lunes son como un manual de protocolo, acumulan modos y maneras, frases y dichos, manías y defectos y transcurren ni rápidos, ni lentos, simplemente lunes. Los martes son esos días grises que no están ni en una orilla ni en otra, estamos y punto pelota. Los miércoles debieran ser el preludio del ecuador, pero finalmente se quedan en un día medio gris, algo más que el martes y menos que el jueves. Los jueves son traicioneros, hay quien acostumbra a confundirlos con los viernes, algunos comienzan sus cenas sociales cuando llega la noche y otros respiran confortados por la proximidad del descanso. El viernes siempre amanece prometedor, te embriaga con una dulce sensación de abandono, prisas de última hora, mal consejero, pero, al fin y al cabo, ¡ya es viernes! Es curioso porque más de uno debiera decir aquello de ¡coño, ya es viernes!, y añadir aquello otro de cinco días menos en mi vida. Pero es viernes, qué le vamos a hacer. Amanece la pereza, el ritmo dormido, los cafés pausados, la informalidad y el espíritu del consumo porque sí, las comidas despreocupadas y la cabezadita con el ronroneo de fondo, las horas perdidas de la tarde y las esperanzas de la noche y, casi sin quererlo, dejamos atrás el sábado. No debiera amanecer en domingo, ni blanco ni negro, ni ahora, ni luego, la contradicción de esperar la noche como si un gran esfuerzo nos hubiera dejado exhaustos, rendidos, maltratados. Y, casi sin quererlo, llega de nuevo el lunes.
Lo siento, no soporto aquello de “hoy es el primer día de tu vida”. Me suena a canción epistolar de ¡Viva la Gente y la Madre que te parió cartujano! El Doctor Liendo me lo dijo en una soleada mañana de agosto cuando asomé al mundo exterior y ya me sonó raro, ¡ y qué he estado haciendo en los últimos nueve meses! ¡Ah, querido! Eso es lo que se llama el Limbo. Pues no se yo porque patadas, lo que se dice patadas, daba más que Panadero Díaz aquel jugador del Atlético que era mejor evitar dentro y fuera del campo. “Hoy es el primer día de tu vida” es esa frase hecha que te dicen que entones cuando una desgracia ha asolado tu vida, como si el asunto fuera hacer borrón y cuenta nueva por lo que me suena a penitencia acelerada de confesionario tibetano. A lo largo de mi vida, he disfrutado de grandes momentos de felicidad inconsciente, pero también de sonoras desgracias que me han dejado como a burro apaleado. También he tenido momentos en lo que parecía cesar la vida, pero esa cantinela jamás se me ocurrió. ¿Cómo voy a renunciar a treinta o cuarenta años de vida? Con lo que me ha costado ser feliz en algunos momentos, levantarme después de tanto traspiés y aguantar a tanto gilipollas . ¡Ja! Como para recibirme ahora con eso de, no te preocupes chavalote que este es el primer día de tu vida. ¡Qué horror! No me cuente milongas ni la pena de Murcia.
Somos corredores de fondo, algunos tristes y solitarios, otros comentando la jugada con la colla que le acompaña y hasta hay quien se escapa en solitario, pero el secreto está en ser consciente de que no hay ninguna meta que alcanzar, corremos por el placer de sentir el viento en nuestras caras y poder decir: mañana será martes.

12 comentarios:

Katy dijo...

Efectivamente es que la frase debe ser con puntos seguidos. Hoy es el primer día de mi vida que... se me ha ocurrido decir que esta frase es una tontuna, y después lo que sea, que no tengo preocupaciones, que ha nacido un hijo, que sueño con los dias pasados, que me ha tocado el gordo, que conocí a.. etc.
Pero cómo olvidar lo que has vivido y lo que nos costó llegar hasta aquí. Imposible del todo, tanta experiencia acumulada es un tesoro y tal vez hoy es el primer día que me he dado cuenta de ello.
Buena reflexión sin duda y desarrollada con la amenidad de siempre
Un abrazo y feliz semana

SOFIA GAZO dijo...

Justo lo que necesitaba en una mañana perezosa de lunes

"Con lo que me ha costado ser feliz en algunos momentos, levantarme después de tanto traspiés y aguantar a tanto gilipollas . ¡Ja!"

Frase para enmarcar!!

Buena semana :-)

MaS dijo...

puff! mejor que se equivoquen mencionandote que es el primero, que que venga la moda de insistir en que puede ser el último; "hoy, puede ser el último día de tu vida"...je je.
Yo, me quedo con decir, hoy, es lunes, mañana, ¡vete tú a saber!.
Saludos,

Caminante dijo...

Hola Katy
Si es con puntos seguidos...te la concedo evidentemente.
Cuidate

Caminante dijo...

Hola Sofía
Eso, eso!!!
Pues no dices nada, después de todos nuestros sudores...
Besos

Caminante dijo...

Hola Mas
Por un lado, agradecerte que hayas dado tema para el próximo post y, por otro, siento no estar de cauerdo contigo en esta ocasión. Hoy es lunes y mañana vamos a ver que persigo....
Cuidate

Anónimo dijo...

Gracias por ayudarme a comorender todo lo que me debo.
Pilar

Fernando López dijo...

El primer dia siempre es un punto y seguido. Nunca estamos de estreno.

Un abrazo

Caminante dijo...

Hola Fernando
Efectivamente, has dado en el clavito!!!
Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Jose Luis:
Esto me recuerdo que tengo por ahí una viñeta muy maja que guardaba para intentar hablar de lo mismo.
Uno de estos días lo intento.
Genial, como siempre.
Un abrazo.

Caminante dijo...

Hola Javier
Sabes que estoy cautivado con las viñetas de tu amiga...así que...
Cuidate

Josep Julián dijo...

Hola JLMON:
Como decía un jefe mío, hay momentos en que hay que hacer disparos por elevación. Esto es, hay dos formas de afrontar las cosas: una es "tengo que" Da igual lo que siga a ese inicio, siempre tiene connotaciones chungas y de esfuezo. Como mínimo te dan ganas de dimitir de lo "que tengo que..."
Ahora bien, hay otra forma de ver las cosas y es "tengo la oportunidad de" y eso, amigo mío, ya es otra cosa. Da igual que sea lunes o viernes, que por cierto hoy es miércoles y esta noche hay verbena.
Un abrazo.

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