jueves, 11 de febrero de 2010

¡CENTELLES!


El Patito que superó el miedo al agua, Tres cerditos audaces, El Lobo que sabía liderar y otras lindezas del estilo son las que me encuentro cada vez que visito el rincón de Economía y Empresa de alguna librería. Es igual la ciudad o país que sea. Allí están siempre acechando en la mesa de novedades. Yo les llamo jocosamente “empirismo ingenuo”.
Pero el caso es que se están convirtiendo en mi pesadilla. El otro día sin ir más lejos, ojeaba la citada sección en una mega librería de Paseo de Gracia en BCN. Allí estaban, una vez más. Hasta tal punto llegó mi desesperación que, cuando el encargado decidió darse una vueltecita por la sección de Literatura Romántica, no pude resistir el impulso. Cogí como pude la docena de libritos de novedad y los transporte a la mesa de novedades en la sección de Autoayuda. Lucían esplendorosos junto a Conócete a ti mismo conociendo a tu otro yo más allá de ti mismo, La Mujer que hablaba por señas a los caballos de su abuela de Iowa, Equilibrio y sensibilidad, Las llaves del amor circunstancial y otros cuantos títulos más. Mientras contemplaba absorto el resultado de mi tropelía, se acercó a la mesa una joven con ciertos aires de hippie acabado de Cadaqués, aunque en realidad exhibía un pin de proporciones monstruosas con la leyenda “Centelles Lliure”. El caso es que la individua se dio una vueltecita por la mesa de novedades, ojeando aquí y allí mientras se apartaba un mechón de cabello más propio de Mariquita Pérez. Y, al final, va la paisana y se coge El Patito que superó el miedo al agua. No contenta con eso, cuando ya enfilaba hacia la caja, vuelve sobre sus pasos con unas alpargatas combinadas cebra – leopardo y se engancha Tres cerditos audaces. Recuérdenme que no visite Centelles. Después de un momento de desconcierto que parecía no tener fin, recobré la compostura. Mirando a izquierda y derecha, sin moros en la costa, arrample de nuevo con las joyas que quedaban y me dirigí decidido a la sección de Novela Policiaca, Terror y otros males. Allí, junto a Sangre en la ducha descascarillada, La Mujer que no le gustaban las rosquillas de San Roque, El crimen de Villa Conejos y otros más, deposite a mis ingenuos empiristas quedándome al acecho y vigilante. Esta vez no fue una joven, tampoco un municipal despistado, sino una rubia oxigenada mascachicles con unas mallas color azufre , coronadas por lo bajo con zapatitos plastiqueros de lunares con tacón ojo que caigo y me escogoncio y rematadas por lo alto con una rebeca de piel de nutria de Olot y , de nuevo, un enorme pin con la leyenda “Centelles para el teu pare”. Esta no se anduvo con bobadas. Engancho al pobre Lobo que sabía liderar y se las piró tan contenta aunque a medio camino de la caja, el tacón izquierdo la traicionó y se arreó un castañazo contra las obras completas de José María Pemán que dejó al Fantasma y a Doña Juanita en busca del arca perdida. Dios castiga sin palo que decía mi docto maestro Don Venancio.
Triste, desconcertado y casi lloroso, volví mis pasos hacia la sección de Economía y, después de un instante de reflexión, me puse bajo el brazo Los principios de Economía Política y Tributación del amigo David Ricardo. Me encamine cabizbajo hacia la caja donde me recibió con un buenassss una joven de peinado afroasiático, toda vestidita de negro, salvo un pin de descomunales dimensiones con la leyenda “De Centelles al cel”. Me observó a través de unas gafas con serigrafía de garbanzos con acelgas, bajo su mirada al libro y, después de un instante interminable, abrió unos labios desbordantes de carmín berenjena y me dijo aquello de… No recuerdo mucho más, me desperté sobresaltado con el sonido del teléfono, descolgué y una voz cazallera me bramó “I love Centelles”.

7 comentarios:

Germán Gijón dijo...

Cuidado con esos sueños, José Luís, no vayas a convertir al pueblo de Centelles en alegoría de la autoayuda. Si ya tenías batante con los viajes en la realidad, sólo te faltaban los de Morfeo.
Un abrazo.

Miquel Matavacas dijo...

Soy concejal del ayuntamiento de Centelles, y he llegado aquí gracias a Google.
La verdad es que no entendía nada hasta que he visto la dirección de Morfeo en esta película.
En cualquier caso, se agradece la elección (tal vez azarosa) de Centelles como actor secundario.
Un saludo.

Caminante dijo...

HOLA GERMÁN
GRACIAS POR LA VISITA, BUENO PREFIERO CENTELLES A IOWA. LA VERDAD ES QUE ESTOS LIBRITOS ME TRAEN POR LA CALLE DE LA AMARGURA.
CUIDATE

Caminante dijo...

MIQUEL
Gracias por la visita. Centelles ha sido "circunstancial", de verdad y con todo cariño.
Cuidate

Josep Julián dijo...

Hola JLMON:
Pues si no conoces Centelles un día que vengas te llevo a comer butifarra con montgetes que si las hacen igual que años atrás son memorables. Emplazado quedas.

Fernando López dijo...

Hola José Luis:

Genial; te pasa un poc lo mismo que a mi, que lo de Centelles es circusntancial, pero lo otro puede rozar el "délito"

Un abrazo

Caminante dijo...

Josep
Lo conozco de pasada, pero no en esa faceta gastronómica, así que te cojo la palabra.
Un abrazo

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