martes, 21 de abril de 2009

I´M GILIPOLLAS


De vez en cuando, acostumbro a contar mis experiencias en esos viajes accidentales propios de un viajero accidental. Al parecer resultan graciosos o, al menos, eso me comentan los conocidos, no sé si por caridad o porque realmente me ocurren cosas raras. Puestos en ello, hoy voy a relatar las peripecias que pude vivir ayer en un viaje relámpago a Sevilla.
El pasado jueves llegaba avanzada la tarde a mi casa procedente de London y, hete aquí, que me encuentro con un regalito en forma de mail: lunes reunión inaplazable en Sevilla, nueves horas, un saludo.
Tan inaplazable parecía que de la misma me sumergí en la página de Iberia y pedí opciones para volar de Bilbao a Sevilla. Lo de opciones es un decir porque sólo vuela Iberia a través de su regional Air Nostrum, es decir un caso palmario de Aerocracia. Y tanto fue así que casi caigo fulminado por el rayo de Damasco a la vista de los precios. En el trayecto Bilbao – Sevilla sólo quedaba una plaza en business, cosa extraña teniendo en cuenta la dimensión, reducida más bien, de los aparatos de la citada regional. En el trayecto de vuelta parecía sonreírme la fortuna ya que disponía dos de dos últimas plazas de precio promocional. En cualquier caso, ante el carácter inaplazable y la rotundidad de la última plaza, no me quedo más remedio que aceptar el robo a mano armada castizo estilo Candelas: ¡1028 euros! Debo aclarar que el vuelo no hacía escala en Miami con visita incluida a Julito Churchs, trayecto directo sin paradas.
Bien, el caso es que me levanto a las 04´30 de la madrugada, saludo a mi gato que me mira de reojo poniendo cara de a dónde va este gilipollas y me dirijo a esa ruina de goterones y desconchados que Calatrava llama el aeropuerto de La Paloma. Facturo, paso el control y me montan en autobús para llevarme al avión. Claro, primer chasco, dada la ausencia de finger, dado el tamaño regional del aparato, me suponía trasladado en Ferrari, al menos. Subo al avión y caigo en la cuenta que el business es la primera fila del exiguo habitáculo. La azafata me mira mal, algo así como hay que ser gilipollas para pagar esa pasta para ir de aquí a Sevilla. Una señora que viaja detrás de mí en compañía de un hijo birojo, decide que debo ser un artistazo y me pide un autógrafo a lo que me niego educadamente. Despegamos, no noto nada raro que indique que me encuentro en una plaza business de a 600 euros el trayecto. ¡Ah! Llega la azafata, perdón auxiliar de vuelo y me pregunta que deseo desayunar: tarta de manzana, chocolate, zumo, café…Una tarta de manzana gracias. No se lo pierdan. Iberia ha reinventado la repostería y llama tarta de manzana a un pastelillo industrial revenido. Bueno, el caso es que el resto del pasaje mira como degusto esta tatin aeronáutica porque de cortinillas nada de nada por lo que procuro apurar, entre otras cosas porque hasta que yo no termine, no le sirven a ellos. De ahí que una rubia con aparato y bolso plastiquero rojo cerecilla del Jerte me mire con cara de pocos amigos y algo así como qué se ha pensado este gilipollas. Pido prensa a la auxiliar de vuelo y me dice que es una pena, pero no han tenido tiempo de cargar diarios y todo con una sonrisa cínica donde las haya y algo así como te jodes capullo gilipollas.
Por fin llego a Sevilla, bueno al aeropuerto que no es lo mismo, Abordo un taxi y, por primera vez en lo que va de día, no me miran con algo así como será gilipollas. Lo malo es que cuando le doy la dirección de destino – Fort Apache 12 – sí que me mira con cara de algo así como este tío es gilipollas. ¿No será Kansas City 12? Me pregunta con sorna y sí efectivamente era Kansas City porque aunque ustedes crean que soy gilipollas existe tal calle aunque por dimensiones más bien avenida. Intentando arreglarlo, le explico al buen hombre mi aventura clase business y, claro, me mira de reojo por el retrovisor pensando algo así como eres gilipollas integral.
No les digo más que al llegar a destino y presentarme en recepción, me preguntan aquello de parte de quien y contesto socarronamente: José Luis Gilipollas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta lo de Aerocracia, siempre que tenga tintes autoritarios claro.
Juan

Fran Rojo dijo...

jajajaja, buenos días Jose Luis, estupenda narración.
Muchas gracias por tu comentario, intento volver a la normalidad tras hacer escala donde tú comentabas no la hacía tu vuelo y más de 9 horas de suplicio en un habitáculo en el que las piernas de un paisano de 1,97m sufren lo que no está escrito (uno no tiene el caché suficiente para viajar en "bisnes")
Nos leemos por este cibermundo. Saludos desde Asturias. Fran

Anónimo dijo...

Joder, JL, al final no sé si tendrás razones para sentirte como un gilipollas pero va a resultar que tienes una capacidad premonitoria ojiplática: Acabo de escuchar el boletín informativo y ... voilà... Air Nostrum repliega alas.
Una pequeña vendetta, pues.

Joxan O.

Caminante dijo...

Joxan,lógico, conmigo ya sacaron para unas vacaciones, ja-ja
Cuidate

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